LEVIATÁN

2.TEARS FOR FEARS

POV GIYUU

Desperté nuevamente.

Al abrir los ojos noté que ya era de mañana. Se oían los gorriones chillar en el alféizar de mí ventana, era temprano.

Me estiré como un gato con la intención de enroscarme en el cuerpo junto a mí pero...

No había nadie.

Abrí bien los ojos y me senté sobre la cama. Esta seguía tendida, ni siquiera me metí dentro de las frazadas. Miré la mesita de noche, mi vaso de agua estaba ahí sin haber sido tocado, no tomé mis pastillas.

Busqué en todas direcciones señales de Kyojuro pero era inútil, no había indicios de que hubiera estado aquí. Ni su ropa, ni su lado destendido o arrugado por haber pasado la noche allí, el no estaba.

Cuando noté que comenzaba a hiperventilar traté con todas mis fuerzas de tranquilizarme. Lentamente moderé mi respiración hasta hacerla lenta y profunda pero el temblequeo de mi cuerpo era inevitable que incluso provocaba que al exhalar salieran silbidos trémulos de mis labios.

Me encogí por completo al recordar la noche anterior. Cerré los ojos con fuerza al reparar en los detalles de lo que fue una noche de sexo con mi esposo. Las caricias, las palabras, el dentro de mi y yo explotando en mil destellos cuando sentí el orgasmo sacudir mi existencia. Fue real.

Me jalé los cabellos al notar que ni siquiera me había cambiado de ropa. Pase la noche con las prendas que había usado para ir por las compras. No había rastro de Kyojuro, ni del sexo, ni un indicio de que haya llegado a las once de la noche como me prometió. Nada.

Echo un ovillo, en mi cama con mis manos tirando de mi cabello comencé a llorar.

¿Por qué me sucedía esto?

El había estado aquí, me dijo cosas y luego...

Reaccioné cuando recordé lo que me había regalado; el obsequio de su madre. Me levanté de la cama casi frenético, busqué por toda la cama y debajo de ella. Busqué por todas partes pero no encontré aquel objeto envuelto en la tela blanca.

-No puede ser- susurre exaltado. Destendí la cama tirando todo al piso incluso las almohadas, pero no lo encontré. Una arranque de ira hizo que estrujara las sabanas, tomé el vaso de agua de la mesa de noche y lo arroje lejos. Este se hizo añicos cerca de la puerta de la habitación.

-No pasó, nada de eso pasó- dije entre sollozos con la voz estrangulada, compungido por la realidad y la fiel creencia de que la noche anterior había estado con Kyojuro.

Esto es una pesadilla.

Estaba a punto de una crisis cuando el sonido del teléfono comenzó a sonar. Me quedé quieto intentando reconocer que no fuera una alucinación de nuevo, sonó varias veces hasta que los intentos terminaron y cuando volví a escuchar que llamaban con insistencia, bajé de la cama y me apresure a llegar a la cocina donde estaba el teléfono. Descendí las escaleras a trompicones, deslizándome muy cerca del barandal para no caer.

Cuando llegué a la cocina mi corazón y mente solo podían ver y esperar a que fuera Kyojuro.

-¿Alo?, ¿Amor?- contesté casi gritando.

-¿Amor? Oh, ya nos tenemos esa confianza ¿eh?- escuché del otro lado una voz burlona y ufana. No era Kyo y eso me hizo tener que sostenerme del muro para no caer de culo al suelo.

-Q...- antes de que pudiera preguntar el otro contestó de inmediato intuyendo lo que diría.

-Jo, no puedo creer que te hayas olvidado de mí-dijo fingiendo estar dolido-pero eso lo puedo perdonar si aun esta en pie la cita de hoy.