❝ XII ❞

1.4K 112 18
                                    

──── ◉ ────

❝ XII❞

──── ◉ ────

—Algo me huele muy mal.

—Pues báñate, guarro.

Я сру на твою гребаную мать...

—No sé qué coño has dicho pero la tuya por si acaso.

Volkov se apretó el puente de la nariz. Lo mataría.

—Me refiero que algo va mal con Jack, Gustabo. No está bien. —bufó el ruso, denotando frustración, irritación y nerviosismo mientras movía la pierna en un rápido ritmo que estaba comenzando a estresar al rubio.

—¿Qué dices? —cuestionó el rubio, sin soltar ni apagar su teléfono y con una fría sonrisa irónica— Si lo conozco como si lo hubiera parido, tan cariñoso, saltando por los campos de girasoles de la mano con sus novios. Que buenos momentos, ¿eh? ¡Pues claro que me he dado cuenta de que algo va mal, gilipollas! Es esa puta mafia y el CNI, que lo tienen hasta los huevos más de lo normal.

—¿Más de lo normal? ¡¿Cómo puedes estar tan tranquilo?! —el tono del ruso se elevaba poco a poco y trataba de bajarlo al recordar la lesión que le provocaba a Gustabo dolor de cabeza ante los ruidos— Desde que te secuestraron que no ha pegado un ojo, no ha dejado de trabajar, ni yo puedo seguirle el ritmo y ya casi ni duermo, ayer sólo lo vi cinco minutos apenas despertarme, que nos estaba mirando y viendo tus heridas. No va a parar hasta matarlos a todos.

—Ya lo sé, ya... —se rascó el parche que cubría una parte izquierda de su cabeza mientras hacía una mueca de dolor, sin mencionar que su cuerpo debía estar (no, no, estaba) totalmente entumecido y lleno de heridas y moratones por las torturas que esa nueva pero poderosa mafia había decidido hacerle durante tres días enteros adjuntando una grabación para manipular y desestabilizar a Jack Conway—. No eres el único que duerme mal, sueño con estos cabrones cada vez que cierro los ojos.

—¿Por qué crees que Jack estaba despierto viéndote? —preguntó de forma obvia, acomodándose mejor en el sofá, encendiendo un cigarro y pasándole el encendedor a Gustabo, que había sacado el suyo— Ayer gritabas, e incluso lloraste en sueños, Jack y yo tuvimos que turnarnos para calmarte cada vez que empezabas a removerte.

—Joder... —murmuró el rubio, estremeciéndose, Volkov pasó un brazo por sus hombros en señal de apoyo, sabiendo que había cosas que Gustabo no había contado sobre las torturas, pero preferían darle su tiempo.

—Necesita calmarse dos minutos. —dijo mientras expulsaba el humo por la nariz— ¿Puedo pedirte algo?

—Lo que tú me digas.

—Cuando venga, ¿puedes tratar de convencerlo para dormir un rato o aunque sea para que se tire aquí con nosotros a hablar? Necesita relajarse, está volviendo a ser el cabrón que era cuando tú apenas llegaste con Horacio a la ciudad. Me da miedo que en cualquier momento entre por la puerta siendo Jacky.

—Lo sé —Gustabo se apoyó en el hombro del ruso mientras soltaba el humo y daba otra calada—. Lo intentaré, ¿vale? Pero no te prometo nada, ya sabes cómo es el viejo.

—Ya, ya lo sé.

Eventualmente Volkov se fue a trabajar dejando a Gustabo sólo y aburrido durante toda la tarde, Jack no lo dejaba ni salir del penthouse por miedo a que le hiciesen algo y, a pesar de sus quejas, el rubio no podía negar que no estaba en buena condición física o mental para poder trabajar, no se recuperaba de las heridas y no haber comido ni bebido por tres días lo había afectado más de lo que recordaba.

Volkaboway's ShitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora