Introducción

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- ¡Leopold Butters Stotch! ¿alguien conoce a un Lepold? ¿Butters? ¿Stotch? ¡Agh! Esto es demasiado para mi, por que tuve que venir, es demasiado grande, quien mierda pide servicio a domicilio en una maldita academia.

El joven de cabellera rubia llevaba una bolsa con el estampado de su negocio familiar, era la primera vez que le tocaba entregar un pedido por lo que los nervios lo estaban matando lentamente ¿por qué el? ¿por qué no puede ser otra persona? Por qué los ricos eran tan patéticos? Todos con sus uniformes bien planchados y su aura que trasmitía elegancia, incluso las leves feromonas tenían el aroma de " soy millonario, no salgo con pobres" odiaba el ambiente tan abrumador.

X : No puedo creerlo Butters esta en la azotea!
X : Hablas de ese patético omega? ¿qué diablos hace allí? ¿no estaba prohibido?
X : ¡Eso no importa! Tenemos que ir a verlo, capaz haga otra de sus idioteces.

¿Butters? Reviso una vez mas el recibo de su pedido, después de unos largos minutos había podido encontrar a su cliente. Sus pasos rápidamente se dirigieron a la azotea para finalizar con su trabajo, solo era entregar los frapuccinos y...

- ¿¡ Qué mierda!?

El rubio de ojos esmeraldas había dejado caer la bolsa dejando que el contenido cayera sobre el suelo, el leve aroma de café inundaba el pequeño escenario que se había formado, los pies temblorosos por fin pudieron moverse dando unos cuantos pasos antes de lanzarse al suelo sujetando las manos del rubio menor.

- Mierda, mierda, mierda, esto es demasiado...esto es demasiada presión!

- ¿Por qué me salvaste? - el de chico de ojos claros había hablado finalmente, sin importar que su cuerpo estuviera flotando en el aire y siendo su unica salvación aquel repartidor con problemas de ansiedad. Los ojos de su cliente estaban llenos de lágrimas y el aroma dulce que provenía de este solo demostraba lo triste que se encontraba, eran demasiadas emociones negativas que no podía describirlo.

- ¿Por qué? - El rubio tampoco sabia por que lo había salvado ¿debía decir algo profundo? No tenia ni idea de lo que estaba haciendo. - Tu frapuccino, tu frapuccino espera por ti, no olvides darnos 5 estrellas.

Butters parpadeo unas cuantas veces antes de reír a carcajadas, sin duda eso fue una gran frase. El mayor no había entendido por que su cliente reía, hace solo unos minutos este estaba tratando de suicidarse y ahora parecía feliz, y aquella risa no tardo en contagiarse al repartidor.

Las risas cesaron cuando los rescatistas llegaron a su pequeño escenario interrumpiendo lo que seria el inicio de una maravillosa y dolorosa amistad entre ambos rubios. - ¿como te llamas?

- Mi nombre es Tweek, Tweek Tweak.

El primogénito de los Stotch le dedico una sonrisa antes de ser llevado. - Nos vemos después Tweek. - aquellas palabras habían sido un murmuro que la brisa del atardecer se llevo dejando confundido al de ojos esmeraldas.

- ¡mierda! Se olvido de pagarme ¡Hey! ¡No te vayas!

...

Una silueta observaba el escenario desde la oscuridad, con un pequeño suspiro de alivio recogió la tarjeta roja con el nombre del omega que se iba a suicidar para guardarlo en su bolsillo. - Patético...

El alfa mordió su labio inferior de la frustración que estaba inundandolo para simplemente marcharse. Tendría que hablar mas tarde con sus amigos del pequeño juego que termino mal.

♡;; A4  - ̗̀ Alfas 4 ˎˊ˗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora