Harry me miró pensativo, yo continuaba comiendo. Escuché sonar mi teléfono, me levanté y fui hacia donde estaba mi teléfono, en la habitación de Harry.
Mi mamá.
— Hola mamá. — Contesté.
— ¿Hija, cómo estás?
— Estoy bien.
— ¿Haz comido algo?
— Uhm... Si — Le respondí recordando el delicioso desayuno que Harry me había preparado.
— Esta bien, cielo. Solo quería asegurarme de que estabas bien. Regresaremos a casa pronto, lo prometo.
— Muy bien mamá, los amo.
— Te amamos también. — Después colgó.
Siempre me sentía sola cuando mis padres llamaban. De repente los brazos de Harry me atraparon por detrás, me besó en la mejilla.
— No estás sola. — Susurro en mi oído. Fue como si adivinara mis pensamientos.
— Lo sé, no ahora.
— ¿Quieres ir a pasear?— Me propuso Harry.
— Claro.
— Bueno, antes debo limpiar tus heridas.
Harry me puso de nuevo las vendas alrededor de mi abdomen. Al final me hizo cosquillas. Dolía reírme, pero lo disfrutaba mucho. También disfrutaba verlo reír a él. Era tan lindo verlo reír, en verdad lo necesitaba.
Salimos hacia el parque primero, ambos tomados de la mano, rápidamente reconocí ésa parte de la ciudad. Fue un paseo breve pero encantador, me sentía tan protegida a su lado. Cualquier momento que pasara con Harry Styles era mágico. En momentos reíamos, no tenía palabras para describir lo que siento al ver su sonrisa. Me estaba enamorando de Harry.
Regresamos a su casa y nos sentamos en el sillón de la sala, ambos abrazados viendo una película. De nuevo volvimos a comer palomitas, esta vez fuimos más cuidadosos para no tirarlas. En los comerciales, tomábamos nuestras manos. Entonces, sonó un teléfono, no era el mío, era de Harry...
Se sorprendió un poco. Era más que claro que nunca espera llamadas telefónicas. Se levantó del sofá y fue hacia donde estaba su celular.
— ¿Hola? — contestó Harry.— ¡Genial! — apenas podía escuchar la voz de quien estaba llamando, se escuchaba fuerte, era un hombre. — Claro, gracias. — Colgó con una gran sonrisa. Nunca lo había visto tan feliz.
— ¡Mi hermano regresará de Irak! — Me dijo muy emocionado.
— ¡Eso es grandioso! — Le contesté con el mismo tono, sabía que lo esperaba.
Ambos miramos la televisión un buen rato. Entre risas, abrazos y besos; se nos hizo medio día.
— Harry, creo que tengo que ir a casa ahora.— Estaba usando su ropa, su comida, y su tiempo. Pensé que era mejor irme.
— Bueno, si eso quieres.
— Iré a cambiarme.
Me cambie de ropa en su habitación. Me puse de nuevo mi ropa, la que traía el día anterior. Estaba sucia y un poco ensangrentada, me dio terror pero aún así me la puse. Dejé su ropa doblada a un lado de su cama, tomé mi mochila y mi teléfono. Caminaba hacia la puerta, ahí estaba Harry esperándome.
— Estas loca si crees que te dejaré ir a tu casa sola después de... — Sabía bien a qué se refería.
— De acuerdo — Le contesté riendo.
— No es gracioso, ___tn.
— Lo sé, lo sé. Es que, encuentro lindo que te importe.— Sonreí.
— Oh, pensé que... bueno no importa.
Salimos de su casa, Harry pasó su mano alrededor de mi cintura mientras caminábamos.
<<<NARRA HARRY>>>
No diría que lo que le hice a aquellos punks fue divertido, no para ella. Por supuesto que ___tn no lo sabía.
Estaba muy feliz, mi hermano vendría a visitarme por un rato, y así podríamos continuar con nuestras conversaciones y los planes que habíamos dejado.
Acompañaba a ___tn a su casa. Me pregunto qué haría ella si supiera cómo soy de verdad, si supiera de esa parte mala que hay en mí. Me imagino que ella.... ¿Qué demonios haría?. Siempre termina sorprendiéndome, como cuando la besé por primera vez. Pensaba tantas cosas, de repente desperté en la realidad. Tuve un presentimiento que me mantuvo alerta. Los vi por las ventanas del cristal de los coches, ahora eran más que la vez anterior.
— ___tn, por favor, corre y no mires hacia atrás. — Comencé a decirle. — Corre cuando te diga.
Caminé más rápido y la abrasé con más fuerza. Sabía que podían escucharnos. Ellos juegan sucio siempre. Hice como su fuera a dejarla a mitad del camino. Ella sintió mi pánico y sabía lo que estaba por pasar, sabía que era inteligente para entenderlo. Podría suponer que leía mi mente.
A lo lejos estaba la casa abandonada que siempre usaba para esconderme, sabía que ___tn podía saltar la cerca con facilidad, era fuerte.
— Corre hacia esa casa, ¿De acuerdo?. Sólo salta por la cerca de atrás y corre a tu casa, te veré ahí. — Le expliqué tratando de que mi voz no se escuchara asustada. Temía por ella, solo por ella.
— Regresaras, ¿verdad? — Preguntó.
— Lo prometo, te veré pronto. — No estaba seguro, pero solo por ella mentí.
Estaba feliz por dentro, era un alivio que no la dejase regresar a su casa sola. Tan pronto como estuve seguro de que ___tn podría llegar a la casa abandonada, le di un ligero codazo.
— ¡Ahora!. — Le susurre despacio, apenas se escuchó.
Ella corrió, me di la vuelta. Sabía que podía hacerlo. Mientras tanto, mis victimas me reconocieron y corrieron hacia mí. Yo llevaba mi navaja atada a la pantorrilla, a un lado de la pistola.
Seria tan… divertido
