4. De Camino a Mortkand Pt.2

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Ahí estaba, a muy poca distancia de mi, buscaba el ciervo...o a mi...no obtendría ninguno.

Es una bestia dos veces mas grande que un lobo, de un pelaje grueso y negro como la noche, en sus fauces dos enormes y afilados colmillos, pero lo que mas me aterraba eran sus ojos rojos...tenían un brillo de inteligencia que nunca antes vi en un Huargo.

Me levanto lentamente, desenvaino mi espada y comienzo un baile con la bestia. El gira hacia mi derecha, yo hago lo mismo en dirección contraria, esperando su primer movimiento...aunque creo que el espera lo mismo de mi.

El aire se vuelve pesado, siento mi respiración agitada, la controlo, puedo sentir la tensión. Casi sin aviso se abalanza sobre mi con sus fauces abiertas buscando mi hombro pero le esquivo por centímetros, cae, se gira, yo me abalanzo con mi espada intentando golpearle en el tendón de su pata delantera pero el la aparta para darme un severo cabezazo que me lanza a unos metros de el. Se levanta, yo hago lo mismo aunque un poco mareado debido al golpe. Nos preparamos. El se agazapa preparado para saltar...esta sera el ultimo golpe.

Me preparo, saltamos los dos uno hacia el otro, fauces contra espada, su fuerza contra mi valor...

...

Abro los ojos, veo a mi alrededor intentando buscar la muerte negra que se cernió sobre mi, no esta. Cuando me despejo y me levanto veo mi espada a mi lado ensangrentada y unos metros lejos de donde empezó todo esta el...parece que tuve suerte esta vez. Me acerco a verlo, con cautela, allí esta tirado desangrándose, vuelve su cabeza y me mira con miedo...y respeto.

A veces es increíble como las bestias son mas sensatas que muchos hombres, pues este huargo sabia que se acercaba su fin y mostró su conformidad con la muerte. Levanto mi espada para asestar un golpe mas y terminar con su sufrimiento...en ese momento me fijo en su herida, no es sino un pequeño corte, un rasguño para una criatura como el y aun así no se defiende...no puedo matarle...no ahora que se lo que ha hecho.

Busco en las proximidades una planta, suele crecer en la rivera de los ríos, es la Lengua de Dragón, una planta medicinal de color verde y sabor amargo muy usada en medicina, la machaco en mis manos y se la aplico al Huargo en la herida, este emite un gruñido de dolor pero no se mueve.

Me acerco al ciervo que cace y corto un trozo generoso de carne que deposito frente a mi rival vencido.

A veces hasta el perdedor necesita una parte de reconocimiento.

El supo cuando fue superado...yo supe aceptar que se dio por vencido en un solo golpe. Hay bestias que buscan morir, este Huargo Negro buscó la forma de vivir un poco mas.

Me alejo de el, viendo como empieza a comer el presente que le di, aunque el también me dejo bastante magullado, me va a costar mucho recuperarme del susto.

Ya en el claro, preparo la carne de ciervo, quito su piel y enciendo una hoguera. La mejor forma de conservar esta comida es secándola,eso si, una parte me la aso ahora y me la como...no sabes el hambre que tengo.

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⏰ Última actualización: Apr 23, 2015 ⏰

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