nueva libertad

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Deberías prepararte para escuchar el día más feliz de mi vida y el más extraño al mismo tiempo.
El silencio enmudecía mis palabras desde el amanecer hasta el ocaso hasta hace unos días. El silencio me abandonó y fue el día más feliz de mi vida. Mis palabras podían salir. Se escapaban con rabia por la delicadeza de mis labios.
No dejaba que me recriminaran mis palabras, pues eran mías y era libre para mostrarlas.

Mis gritos eran bastos y chocaban con el orgullo de los que antes minaban mi seguridad.
Todo va bien hasta que me llega una carta que me da miedo abrir.
Se supone que el miedo te mantiene a salvo de situaciones peligrosas, pero de este peligro ni si quiera el miedo me podía salvar.
"Tu silencio ha fallecido" ponía al inicio del mensaje.
Estaba siendo invitada al funeral de mi mejor amigo.
Cuando llegué al lugar más idílico que había podido imaginar te vi a tí cavando una tumba para el compañero de mi vida.
Los diamantes caen por mis mejillas hidratando las ojeras de la noche anterior.
Nadie me retiene y como lo que me obligaba a esconder lo que sentía estaba a punto de ser enterrado no me escondía.
Sacaba los sentimientos que había estado reprimiendo todo este tiempo. Puedo amar a quien me plazca, bueno bailar un vals con los espíritus errantes que han asistido al evento.
Soltamos pájaros de colores y doy vueltas sobre mi misma. Me mareo y eso me alegra. Puedo sentirlo todo. Echo la vista atrás y solo veo blanco y negro, y empieza a tomar color a partir de este día. Hoy todo es asombroso y me siento libre, pero te echo de menos mi querido silencio.

Silencio, compañero, te acabas de ir y ya te añoro como jamás he podido añorar a nadie. Necesito que me susurres que no es necesario que responda, necesito que te rías conmigo cuando piensan que estoy loca y necesito que dejes mi imaginación a su libre albedrío cuando te duermes y los pájaros empiezan a volar por mi habitación.
Te hecho de menos y te tengo delante, a solo dos pasos de mí.
No estaremos separados por siempre. En poco tiempo harán nuevas cadenas que me atarán las manos para que no vuelva a escribir y me taparán de nuevo la boca para que llore de impotencia, y tú estarás ahí para indicarme que está bien que llore en silencio, para divertirme por las noches imaginando mundos nuevos para que escape de este, mi mundo.
El día que muera, será nuestra alianza nupcial, estaremos juntos por el resto de la eternidad y de una vez por todas la libertad no podrá separarnos por mucho que lo intente porque cuatro paredes de madera me separan del mundo de allí arriba, mi mejor amiga será la oscuridad y seré feliz como lo soy ahora.
Como estoy segura de eso, yo tiro el primer puñado de tierra que cuore tu ataúd porque sé que tú sonríes bajo él.

Dicen que lo mío es facilidad, pero no saben que lo que tengo es el don que tú me has regalado para expresar lo que siento con papel y boli porque mi voz no se atreve.

Mi mente juega a saberlo todo cuando no sabe ni quién soy yo.
Mi alrededor juega a tener lo que ellos consideran más preciado, algo que nunca se le ha dado y que nunca se le dará. La razón, juegan a tenerla y en realidad nadie la tiene con seguridad. Alguien siempre tendrá razones de dudar que otros tengan la razón. Razón de ser, razón de vivir o razón de relajar el corazón por unos momentos.
Si me concentro escucho mis latidos y a veces no escucho nada.
Le pido a las constelaciones que reanimen mis sentidos y les digan que no todo son emociones, que hay una razón para estar alerta.
Recriminame todo lo que te dige en un pasado y te recriminaré todo lo que diré en un futuro, y lo haré porque tú me quitaste la rozón cuando nadie más juraba tenerla.

mis noches con la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora