Cap 1

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Mirabel que se encontraba con un chico del pueblo vio como su hermana Luisa se llevaba a su primo a  casita, la curiosidad se apoderó de ella y quiso ir tras ellos para saciarla

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Mirabel que se encontraba con un chico del pueblo vio como su hermana Luisa se llevaba a su primo a  casita, la curiosidad se apoderó de ella y quiso ir tras ellos para saciarla.
Sin embargo la voz del chico la detuvo.

Mirabel: Lo siento mucho Jaime, ¿Qué me decías?

Las mejillas del chico pelirrojo se tiñeron de carmín al mismo tiempo que sus ojos azules evitaban encontrarse con los ojos avellana de Mirabel, los cuales brillaban por la curiosidad.

Bien dicen que los ojos son las puertas del alma, después de todo, siempre logran transmitir lo que no podemos mediante las palabras.

Jaime: ¿Te gustaría acompañarnos a cenar?

Mirabel lo medito un poco, sabía que debía regresar a casita lo más pronto posible pero no deseaba ser grosera, así que acepto.

Mirabel: Sería un placer
Jaime: Gracias por aceptar Mirabel, por cierto ¿Necesitas ayuda con tus tareas?
Mirabel: Oh, no deseo ser una molestia
Jaime: No lo eres y nunca lo serás Mira, ¿Puedo ayudarte? Por favor di que si

Mirabel le brindo una sonrisa tímida a su compañero, ellos fueron amigos durante cuatro años, y la joven de lentes siempre vio a Jaime como su hermano mayor.

Mirabel: Está bien
Jaime: Yei!! Vamos

Ambos jóvenes sonrieron y comenzaron a caminar de nuevo por las calles del pueblo, ambos dispuestos a cumplir con las tareas que debían realizar, pero había una espinita de curiosidad que se mantenía en la cabeza de Mirabel, y que niña dejo tranquila durante el resto del día.

Ambos jóvenes sonrieron y comenzaron a caminar de nuevo por las calles del pueblo, ambos dispuestos a cumplir con las tareas que debían realizar, pero había una espinita de curiosidad que se mantenía en la cabeza de Mirabel, y que niña dejo tranqu...

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El cielo se oscureció y las estrellas hicieron su aparición, por las oscuras calles de Encanto caminaba una joven de falda azul, la cual se encontraba preocupada, a su lado iba su amigo, él trataba de calmarla, pero la mujer de lentes no le hacía caso.

Mirabel: Jaime, se hizo tarde
Jaime: Tranquila, seguro que todo está bien

Al llegar a la gran casa Madrigal, Mirabel vio la puerta de la entrada que brillaba con intensidad, mostrando a cada uno de los miembros de la familia.

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