Cap 2

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Su cabeza daba vueltas, todo el lugar se veía de forma borrosa y de repente su cuerpo se desplomó, no escucho el ruido sordo de este caer ya que unos brazos la tenían bien sujeta, empezaba a creer que fue una mala idea ayudar a su primo, sus párpados se sentían pesados y sus ojos se cerraban lentamente, su cuello dolía y punzaba pero no podía hacer nada para calmar aquel dolor, el cansancio la derroto y su conciencia se perdió en la oscuridad, todo se convirtió en silencio.
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Julieta miraba aterrada como la puerta de Camilo se encontraba sin llave, deseaba entrar pero Bruno se lo impedía.

Julieta: Bruno!! Mirabel no aparece desde hace rato por favor déjame ir a ver!!

Estaba desesperada, era algo lógico, la maldición era algo de temer después de todo, pero Bruno no deseaba que su hermana entrará, lo sabía, sabía que Camilo se encontraba con Mirabel adentro no dejaría que nadie más se acercara, a quien sea lo reduciría a pedazos, bueno, no a su familia pero igual podían salir lastimados, no de gravedad pero algo era algo.

Bruno: Tienes que pensar con claridad Julieta!!

Alzó la voz para sacar de aquel trance a su hermana, pero no lo consiguió, en cambio un fuerte dolor de cabeza lo hizo soltar a su hermana y caer al suelo, al parecer el estrés muchas veces afecta a la salud, y la maldición se puede llegar a activar para buscar alguna forma de sobrevivir.

Dolores que subía las gradas sintió un leve tirón en un lugar de su cuerpo, sus ojos se abrieron con fuerza y corrió de forma rápida hasta aquel lugar de donde provino el llamado, ahí lo vio, tirado en el suelo escupiendo sangre, no pudo evitar angustiarse.

Dolores: Tía Julieta ¿Qué sucedió?

De acercó de forma rápida hasta los dos adultos, la mujer mayor trataba de ayudar a su hermano pero nada parecía ayudar, sus ojos chocaron con los de su sobrina y la preocupación de hizo aún más evidente.

Julieta: Mirabel no aparecía y yo creí que tal vez

La mujer de moño lo entendió, así que solo hizo una señal de silencio, ella lo sabía.

Dolores: Entiendo tía, no se preocupe, yo me ocuparé del tío usted mejor vaya con la abuela y cuéntele esto

Dicho aquello ayudo a Bruno a levantarse y a caminar hasta su torre, lo cual fue difícil pero cuando al fin cerraron la puerta los ojos del vidente se encendieron en un brillante verde atrayente que le daba un aire peligroso, y la joven solo pudo suspirar.

Dolores: Es peligroso que hagas eso Hernando

Si, la maldición podía llegar a desarrollar su propia personalidad, se me olvidó ese pequeño detalle.
El hombre que parecía ya más recuperado solo alzó los hombros despreocupado y camino hasta recostarse en la cama del lugar.

Hernando: No es mi culpa que él perdiera el control, tengo hambre

Dolores suspiro por el cansancio, camino hasta la cama de la torre y tomo asiento en esta, luego de unos minutos sintió como unas manos tocaban su espalda y realizan masajes por esta.

Hernando: Deberías dejar de estresante tanto, no es bueno y lo pude sentir, los tres lo hicimos, pero Bruno es un idiota que aún no pude hablar de forma directa

La joven de moño río divertida, se acomodo mejor en el lugar para poder disfrutar del masaje mientras cerraba los ojos.

Dolores: Ustedes son la misma persona

El hombre hizo una mueca al escucharla decir eso, solo se detuvo y apoyo su cabeza en el hombro descubierto de la muchacha.

Hernando: Tal vez ocupemos el mismo cuerpo pero somos diferentes.

Al terminar de decir aquello subió con cuidado la blusa de Dolores, revelando así un vientre algo abultado.

Dolores: Lo se, vamos, tienes que alimentarte para que Bruno pueda regresar aún no es tiempo, ya me encargare de Camilo

Un leve gruñido escapó de la garganta del contrario.

Hernando: No creo que esa sea una buena idea, puede hacerte daño..

La mujer llevo una de sus manos al rostro del hombre y lo acaricio con delicadeza.

Dolores: Es mi hermano, sé que no me lastimara, seguro ahora tiene muchas preguntas, vamos querido come para que puedas dormir hasta tu siguiente despertar

Al escuchar aquello él no pudo seguir objetando, así que solo beso el vientre de la mujer.

Hernando: Papi se tiene que ir, cuida a tu mami por mi si

Una vez dicho esto subió hasta el cuello de ella y mordió, sintiendo el dulce sabor de la sangre inundar todos sus sentidos, amaba la sangre de su mujer, al terminar de alimentarse lambio la herida para que cicatrizara rápido, y solo bastaron unos segundos después para que se sintiera cansado, por lo cual se acomodo en la cama y durmió, siendo observado por Dolores, quien acariciaba su vientre mientras su cabeza era un caos completo, debía buscar una forma de ayudar a su hermano, y si Mirabel entro a la habitación de este mismo, debía sacarla de ahí.

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