De reojo lo observó, su mejilla aún permanecía roja por el golpe y sus ojos oscuros se veian opacos y sin vida. Miro también a su padre parado en medio de ambos, con su vestimenta negra y mirada orgullosa y solemne, luego observó también a las personas reunidas en aquel lugar, no eran muchas, pero si eran quizás las más importantes de la aldea, calculaba alrededor de unas 15 personas entre ellas también al Hokage quién al ser conciente de su mirada le regaló una pequeña y discreta sonrisa amable que la tomó por sorpresa y la hizo sonrojar de pies a cabeza.
Si era sincera no quería estar ahí, prefería el silencio de su habitación a el de ese lugar.
…
Aún era capaz de sentir el ardor en su mejilla causado por la mano grande de aquel hombre de ojos blancos, no era un dolor ajeno, ya lo conocía, pero era incapaz de poder prestarle atención a algo más que no fuera la piedra de cristal oscuro con el símbolo del clan Uchiha qué todos rodeaban y de dónde logró leer el nombre de sus padres, tíos, primos y demás parientes..
—Toma…—escucho la voz fría del hombre de ojos blancos y de reojo lo observó, le extendía una única flor blanca, que él se negó a coger.—Sasuke… obedece.
Pero se negó, su familia no nesecitaba una estúpida flor blanca que se marchitaria al amanecer, no nesecitaban de simbolismos inútiles… ellos nesecitaban justicia contra aquél que acabo con sus vidas injustamente, contra aquél que destruyó su mundo en una noche.
Y con pasos temblorosos avanzó al frente, sintiendo la mirada de todos los reunidos allí. Ante cada paso sentía la nesecidad de dar la vuelta y salir corriendo de ahí, pero se negó y obligo a sus pies temblorosos a seguir caminando hasta finalmente llegar a la piedra de cristal.
Un suspiró entrecortado escapó de sus labios, y con manos temblorosas tocó el nombre de su madre que brillaba en letras doradas.
—O-oka…san—susurro recordando la sonrisa amable y dulce que ella le daba cada día.
"¿Cómo estuvo tu día Sasuke?"
"¿Te divertiste hoy en la academia?"
"¿Quieres cenar?"
"¡Felicidades! ¡Aprendiste un nuevo jutsu!"
"¡Buenas noches Sasuke!"
"¡Buenos días Sasuke!"
"¡Ve con cuidado!"
Y nuevamente las lágrimas descendieron por su rostro, y justo cuando sentía sus piernas temblar una mano igual o quizás un poco más pequeña envolvio la suya, sorprendido dirigió su mirada al dueño, encontrándose con aquella niña de ojos blancos.
—Mikoto-sama, Fugaku-sama descansen en paz Sasuke-san no estará solo nunca, lo prometo.
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Unidos por el destino
Fiksi Penggemar"Hyūga Sasuke" ese era su nuevo nombre, ya no era más un Uchiha, ya ni siquiera existían los Uchiha, pero aún así ella le seguía llamando "Uchiha-san", ella le seguía recordando quién realmente era... y él se lo agradecía. por no hacerlo olvidar qui...