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“Eras mí tempestad y mí calma, más aún así no te supe ver”

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Cuando lo vio atravesar las puertas dobles de su hogar ella lo reconoció de inmediato, era el pequeño hermano de Uchiha Itachi, el niño que lo perdió todo en una sola noche, desde las sonrisas hasta su corazón, el niño que quedó huérfano por su propio hermano mayor, Uchiha Sasuke.

Aquellos ojos oscuros se veían vacíos, carente de brillo y ganas de vivir, solo eran un adorno en aquel rostro pálido. En sus ropas oscuras aún se podían apreciar pequeñas manchas de sangre, y en lo más profundo de su corazón ella lo compadeció, se compadeció del futuro que no parecía prometedor para él, se compadeció del triste y solitario camino que recorrería.

—Desde hoy y hasta el final de tu vida eres Hyūga Sasuke. Recuerda la amabilidad de los Hyūga y sé agradecido.—las palabras de su padre resonaron por toda la sala y tanto ella como Hanabi se encogieron levemente.

No le gustaba ese lugar. No le gustaba esa casa donde habían ojos blancos que lo veían con lastima y aprehensión, pero sobre todo no le gustaba que lo quisieran hacer olvidar quién era.

Uchiha...—susurro, esas habían sido las primeras palabras que abandonaron sus labios desde la noche que destruyó su mundo.

Los ojos blancos y fríos del hombre que lo había ido a recoger al hospital, lo miraron confundidos.

—Mi nombre es Uchiha Sasuke.—gruño desafiante oyendo segundos después un pequeño jadeó y débil susurro de las niñas que vestidas con elegantes kimono le dieron la bienvenida a ese lugar frío y solitario.

Observó fijamente los ojos blancos del hombre mayor, pero ahí no había nada, ni compasión ni odio o molestia, simplemente no había nada, esos ojos claros le recordaron dolorosamente a su padre, más aún así no apartó la mirada, no volvería apartar la mirada de nadie aún si sus piernas temblaran de miedo.

—Hyūga Sasuke.—susurro aquel hombre observándolo con frialdad.—Acostúmbrate.—le ordenó antes de apartar la mirada de él, y caminar en dirección a las dos niñas que lo observaban con pena y tristeza.

—Hinata, muéstrale dónde dormirá.—ordeno a la que parecía ser la mayor de las niñas con la misma frialdad con la que de dirigía a él.

La pequeña niña asintió un poco temerosa, y más antes de que pudiera contestar a la orden de su padre él se encargó de interrumpirla.

—Uchiha, ¡Yo soy un Uchiha! ¡¡Yo soy Uchiha Sasuke, miembro de…

—Miembro de un clan que ya no existe, miembro de un clan que fue asesinado por su próximo líder.—lo interrumpió el viejo hombre con seriedad y frialdad.

Aquellas palabras llenas de verdad lo hicieron callar y caer de vuelta en la realidad.

Era cierto, estaba solo, su madre, su padre, sus tíos, sus primos, sus abuelos, ya no había nadie, solo estaba él. La dolorosa realidad cayó sobre él como un balde de agua fría.

Estaba solo, completa y absolutamente solo.

Hasta el momento no se había hecho a la idea aún, era cierto, ya no volvería a ver la sonrisa de su madre, ya no volvería a estar protegido entre sus brazos, no volvería a ser consolado por ella... Ya no la vería nunca más.

Y antes de darse cuenta, simplemente sucedió, las lágrimas resbalaron de su rostro, como ríos embravecidos, el dolor en su pecho regresó de nuevo, la imagen de ella junto a su padre acostados en un charco de sus propias sangres, taladró su mente.

Lo observó, completamente enmudecida, él estaba llorando, la postura firme y desafiante mostrada hacía pocos minutos desapareció ante las palabras duras y crueles de su padre, dando paso a un momentáneo shock, seguidos de un llanto.

No lo juzgo, en cambio en silencio se acercó hasta él y tomo una de sus manos, se sentían frías y húmedas. No dijo ni hizo absolutamente nada más, simplemente lo condujo por entre los pasillo de la mansión hasta la habitación que se le había entregado, sus oscuros ojos en ningún momento la miraron, parecían perdidos aún en las palabras de su padre, derramando dolorosas lágrimas.

La compasión y tristeza brotó dentro de ella, y aún sin soltar su mano le intento sonreír.

—T-todo estará bien U-Uchiha-san…

Unidos por el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora