Reproches de este amor/Pasión De Gavilanes (Erick Reyes)

Capítulo 3: Nuevos amigos

Narra Erick:

Todos estabamos muy felices y contentos con la llegada de un o una nuevo/a Reyes me hacía mucha ilusión tener un nuevo primito/a, fue una verdadera sorpresa para todos que mi tia Sarita esté embarazada. Nos despedimos de ellos y se fueron a su casa, me encontraba cansado así que me fui a mi habitación y me acosté, no podía sacarme de la cabeza a la niña fresa, porque esa niñita egocentrica y antipática no salía de mi cabeza, lo que si tengo que reconocer es que lo que tiene de antipática lo tiene de bonita. Al día siguiente mis papás se despidieron de nosotros y se fueron a Houston de vacaiones, nos dejaron ecargados de todo a León y a mí.

León: Ahora sí, que empiece la fiesta, Quintina traenos una botella de tequila que vamos festejar jajaja
Erick: Ya rugiste León jajaja y trae también al tata para que festeje con nosotros
Quintina: Están locos muchachos, recuerden que prometieron a sus papás ser muy respomsables y portarse bien y ya nada más que se fueron están pensando en montar una fiesta
León: Ay Quintina no seas agua fiestas, que de malo tiene que hagamos una fiestecita
Erick: además somos jóvenes y tenemos que divertirnos o no? -Quintina no nos hizo caso y se fue, pero nostros mismos fuimos por la botella de tequila para festejar y por el tata, además de eso trajimos muchachas bonitas para pasarla muy bien-

Narra Brenda:

La verdad que no soportaba este pueblo el calor el olor a campo... definitivamente desearía estar en Bogotá o en cualquier otra ciudad del mundo, no definitivamente el pueblo no era lo mío. De pronto veo venir a mi papá y veo que se acerca a mí, yo estaba en el salón aburrida.

Eduardo: Mija, ¿cómo estás? Como te encuentras en la hacienda
Brenda: Papi sinceramente muy aburrida
Eduardo: Bueno ya te adaptarás, mañana empiezas tus clases en la Universidad de San Marcos y seguramente hagas nuevos amigos, aquí también hay mucha gente joven de tu edad
Brenda: Eso espero pá, es que echo de menos a mis amigos de Bogotá -Veo que mi mamá se acerca a hablarnos-
Camila: No esperes hacer ningun amigo aquí, aqui solo hay puros hacendados que huelen a estiercol, la gente con clase está en las ciudades, pero como lo perdimos todo ahora nos tuvimos que venir a la única propiedad que nos quedaba en este cochino pueblo
Eduardo: No le digas eso a nuestra hija, todas las personas son iguales, no importa su profesión y te recuerdo que nosotros ahora también somos hacendados
Camila: Lo somos por tu culpa, porque eres un mediocre, porque no te vas a beber es lo único que sabes hacer
Brenda: Mamá no le hables así a mi papá porfavor
Camila: Son los dos iguales, dos conformistas
Eduardo: Tengo que recordarte que antes de que te casaras conmigo tu no tenías nada, en cambio aquí hay hacendados muy importantes y con mucho dinero como Los Reyes Elizondo
Brenda: ¿Los Reyes? -En ese momento recordé al patán que me encontré en el lago, claro me dijo que su familia tenían un criadero de caballos se debe tratar de ellos, ese salvaje me cayó de la patada, pero no puedo negar que era muy guapo con esos ojos grandes color azul cielo esos labios hermosos, pero no, que estoy pensando por muy guapo que sea es un patán y un salvaje, casi me mata con el caballo-
Eduardo: Sí Los Reyes Elizondo son una familia de hacendados muy importantes en la región tienen una sociedad familiar y son millonarios
Camila: Podrán tener dinero a manos llenas, pero no dejan de ser unos hacendados oliendo a caballo y a estiercol, yo jamás permitiría que tu tuvieras amistad con esos hija, y mucho menos que te fijaras en uno de esos tipejos, tu vida está en la capital, estás estudiando derecho para llegar a ser una gran abogada, tienes que casarte con un hombre importante adinerado de mundo, no quedarte en este pueblocho infernal.
Brenda: En mis planes no está casarme todavía mamá, no intentes controlar mi vida, pasará lo que tenga que pasar -En ese momento mi mamá me da una fuerte cachetada en la cara-
Eduardo: ¿Que haces? Estás loca
Camila: Que sea la última vez que me hablas así, soy tu mamá y a mí me respetas, harás lo que yo te diga yo sé lo que te conviene y lo que no
Eduardo: y tu que sea la última vez que le pones una mano encima a muestra hija, eso no lo pienso permitir
Camila: Cállate borracho inútil