Miraste el momento preciso en el que tu reloj marcó las doce, a penas el segundero anunció la llegada de esa hora escuchaste un sonido melifluo, música relajante y atrayente. El sonido de un perfectamente afinado piano fue el que tu atención llamó.
Buscaste con la vista el instrumento, pero no lograste ver el profundo negro, del cual estabas seguro era el color, de la madera del piano.
El resto del publico estaba en una situación similar a la tuya, todos murmuraba, todos se hacían la misma pregunta: ¿Una grabación o de verdad alguien tocaba el piano en el local?
Diste otro sorbo a tu bebida y volviste a fijar la atención en el escenario, las cortinas antes cerradas ahora se abrían al compas de la música, de manera suave y relajada.
Cuando se abrieron por completo pudiste presenciar una figura enmascarada, no tenia el típico traje negro de mago, si no que este vestía con ropa tan común como la tuya, pantalones negros de vestir y una camisa blanca abotonada hasta el segundo botón, ni siquiera la traía dentro de sus pantalones, su cabello negro estaba despeinado y en puntas, las cuales formaban ángulos extraños y casi graciosos. El murmullo del publico volvió a tener tus pensamientos, todos comentando el aspecto de este hipnotista.
-¡Hola, amigos míos! -saludó con un tono enérgico -, mi nombre es Damian, pero hoy seré conocido como El Hipnotista.
Llevo una de sus manos a la mascara y sin exagerar los movimientos la retiro de su lugar, lo primero que miraste fueron su ojos café, ojos que reflejaban una extraña mezcla de paz y deseo de diversión. Deseo que te contagio, ahora la ansiedad tenia otros motivos, ahora tu más grande deseo era divertirte en el espectáculo, pasarlo fantástico esa noche.
Aplaudió y el murmullo se detuvo instantáneamente, una leve sonrisa se formo en sus labios, los analizo a todos, uno por uno, hasta que se fijo en ti, te miro unos segundos y volvió a inspeccionar al resto.
-Bien mis queridos colegas, para comenzar quiero que la joven del conejo venga aquí.
El ligero sonido de pasos capta tu atención, una pequeña de no más 8 años camina lentamente al escenario, arrastrando un conejo rosa de peluche. Su alborotado cabello negro tapaba sus hombros y cubría el comienzo de su vestido rojo.
Era extraño, ese vestido rojo se te hacia familiar, quizá demasiado familiar, indagaste en tus recuerdos con cierta inquietud. Pero nada llegó a tu mente.
-Y como todos verán su infancia se hace aquí presente.
Parpadeaste al oír eso, estabas algo impactada por las palabras, las procesaste de forma lenta, y cuando las entendiste por completo un recuerdo golpeó tu mente. En la mesa de tu salón había una fotografía, eras tu llevando ese vestido rojo. Con el cabello alborotado después de jugar con tus primos. El muñeco era un regalo de tu padre, regalo que en la actualidad descansaba junto a las almohadas de tu cama.
Una pregunta llegó de golpe, si todos veían su niñez, eso significaba que fueron ya hipnotizados, ¿pero en que momento?
El sonido de aplausos te arrastró fuera de la duda, en realidad no tenía mayor importancia, lo principal era disfrutar el espectáculo, ¿verdad?
La noche avanzó con calma, cada número superaba al anterior, tus ojos miraban maravillados cada movimiento realizado, con una admiración casi infantil, como si soñaras con hacer algo así.
Todos los actos de hipnotismo tenían una cosa en común, los niños. El Hipnotista se encargaba de recrear la infancia de las personas, de llevar a los adultos más serios a un estado de descontrol infantil único.
Las preguntas habían dejado de nacer hacía unas horas, pero la curiosidad seguía revoloteando en tu interior, esperando el momento de extinguirse para que otro sentimiento tomase el control.
-Bien, mis amigos, el espectáculo ha terminado... -la voz de Demian llamó tu atención, dejaste de lado la acción de mover los pies a un ritmo desconocido -por ahora -lo escuchaste añadir en un tono bajo.
Tuviste que dar un pequeño salto para bajar del taburete y con pequeños saltos te dirigiste a la salida, era momento de ir a casa.
Hola a todos, perdón por no actualizar, simplemente no quería escribir. Pero hoy me inspire e intentaré terminar esto hoy, ya queda como un capítulo más, así que espero lo disfruten.
Eli.