serenidad

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Y mientras aquellos ojos cafés se postraban en el horizonte,
El viento creaba una melodia mientras caia la noche,
En aquella moche fria un chico escuchaba,
Y su corazón calmaba.

Aquella noche negra iluminada,
A su alma paz daba.

Mientras sus suaves pestañas con el viento bailaban,
El con su voz a la noche acompañaba.

escritos de la luna y las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora