Pasión Prohibida

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Su plan había funcionado, aunque no se esperó que su padre ahogara sus penas en el alcohol, ya no asistía al trabajo porque todo el día se la pasaba borracho llorando por su desdicha de que dos veces le hayan hecho lo mismo.

Le dolía en el alma verlo así pero era mejor que con sus propios ojos se diera cuenta del engaño que vivía nuevamente.

Primero implantó esa espinita de la duda en su padre con unas prendas de su madre, las que robó al ir el fin de semana a su casa.

Debido a los escotes pronunciados que usaba en su vestimenta, siempre mostraba el sostén que usaba ese día, por eso no sería difícil preguntarse a quien le pertenece si ya lo sabía muy bien.

El segundo movimiento que hizo fue dejar una nota, donde puso una hora y fecha, la que era el encuentro pactado entre Isis y Nazareth.

Tras media hora que estuvo escuchando su escándalo, estuvo al pendiente luego de que todo se quedó en silencio, pegó la oreja en la puerta para escuchar algo importante y que sirviera.

Salieron de la habitación a grandes carcajadas, luego un fuerte estruendo lo hizo dar un respingo en su lugar por el susto que se llevó, se estaban besando y eso le dio asco porque era en su puerta, siguió atento a la conversación donde se citaron en una semana a la misma hora de siempre, 10 de la mañana.

Eso quería decir que sus encuentros furtivos lo venían haciendo desde hace tiempo, eso lo llenó de odio hacía ese idiota con barba además de su madre que parecía una mujer vulgar que se acostaba con cualquiera.

Finalmente Nazareth dio un paso en falso y eso lo estaba usando a su favor porque todo salió a lo planeado.

Su padre los encontró en pleno acto y corrió a su madre así desnuda, tiró su ropa por la ventana para que la recogiera en el jardín que daba a la calle.

Isis lo merecía y la miró sin tenerle compasión, era una hipócrita que se acostaba con la pareja de su amado progenitor, sentía lastima por Osiris, no era un mal tipo y tampoco se merecía que lo engañen de esa forma.

Seth dejó para lo último a Nazareth, se notaba su furia, las dos bellas gemas como el granate lucían obscuras por la ira, el idiota tapó su desnudez con la sábana para acercarse y comenzar su explicación llena de mentiras, las cuales más enfurecieron al pelirojo que le dio un fuerte puñetazo tirándolo al piso.

Escuchó como su padre gritaba cuanto improperio se le venía en mente al moreno que se sobaba su quijada.

- ¡¡Todas esas joyas que me has dado deberías dárselas a Isis, a ella le lucirán mejor que a mí!! ¡¡En verdad que jamás debí fijarme en ti!! ¡¡Fuí un estúpido al querer darme una nueva oportunidad para volver a amar pero vaya ironía ó mala suerte la que tengo porque otra vez me han hecho lo mismo y con la misma mujer que me engañó años atrás!! ¡¡Lárgate con esa zorra, no quiero verte nunca más maldito infiel!!

Le aventó todas sus pertenencias y las joyas al hombre que seguía en el suelo.

Quiso reírse pero se contuvo, no era el momento correcto para cantar victoria, por eso para no alargar las excusas que dijera y le lavara el cerebro, él mismo se encargó de llevar a empujones hasta la puerta a su ex padrastro.

Volvió de nuevo a la habitación de su padre viendo que seguía apretando los puños y se acercó para abrazarlo pero de inmediato rechazó su contacto dándole la espalda.

- También estoy enojado contigo Horus, no quiero verte por ahora.

- Padre sé que si te decía lo que había visto no me creerías ya que confiabas ciegamente en ese estúpido, por eso preferí dejar esas señales y la nota para que con tus propios ojos descubrieras el engaño que vivías al lado de él. Por favor yo te amo de verdad, nunca quise hacerte daño pero era para retirar la venda que te mantenía ajeno a todo ésto. Perdóname.

Prohibido [HorusxSeth]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora