La chica de la ventana- Chaesoo (Adaptación)

CAPÍTULO 12

Pasó un mes. Un largo y hermoso mes.

Rosé recibía la visita de la chica de la ventana todos los días, y verla se había convertido en parte de su rutina. Curarle las heridas también.
Incluso le había aconsejado hablar con sus padres, con el director o con la policía, pero...

Jisoo: No tiene sentido. Ellos seguirán haciéndolo -Decía, y Rosé prefería quedarse callada mientras, dulcemente, la ayudaba a desinfectar y cubrir sus heridas.

La azabache había intentado devolverle su ropa colorida y su chaqueta negra durante mucho tiempo, pero la rubia le pidió que las conservara, pues ella les daría un mejor uso. Jisoo al principio se negó, pero finalmente fue cediendo e incluso termino usando más ropa de Rosé, como una camisa de "The 1975" y unos shorts blancos. Definitivamente se habían convertido en las mejores amigas.

Nada parecía poder arruinar lo que estaban viviendo. Excepto una cosa...

Rosé despertó tarde aquel día, y pensó de inmediato que era por culpa de sus medicinas. Corrió hacia la ventana esperando verla, pero ella ya se había ido a la escuela.
"Estúpida escuela" Pensó, pero su desagrado no se mantuvo durante mucho tiempo, pues poco después logró ver a los lejos un papel en el cristal de Jisoo que decía:
"Buenos días, chica de la ventana. Espero verte más tarde".
Eso no paso...

Una hora después cuando la rubia terminó su desayuno y estaba en su habitación intentando resolver un crucigrama, no lográndolo gracias a que sus pensamientos siempre eran desviados hacia Jisoo, recibió una llamada de Hyeri que no dudo en responder. Necesitaba alejar su mente de la azabache si quería seguir con su rutina.

Hyeri: ¡Park!

Rosé: ¡Lee!

Hyeri: Rosé, acabo de hablar con tu cardiólogo. Me dijo que tu corazón no parece estar respondiendo al tratamiento -Se escuchaba realmente preocupada-. ¿Cuándo planeabas decírmelo?

Rosé: No planeaba decírtelo -Susurró dejando escapar una lágrima por sus ojos.

Decirlo era como admitir que estaba mal. Y estar mal era estar enferma... Roseanne Park siempre estaba enferma. Y estaba cansada de eso.

Hyeri: Rosie, yo... -La rubia no pudo identificar el hecho de que la otra chica estaba enojada hasta que finalmente explotó-... ¡Soy tu amiga! ¡¿En serio no planeabas contármelo?! ¡¿Querías que lo supiera cuándo fueses de nuevo al hospital?!

Rosé: Unnie...

Hyeri: ¡Soy tu amiga, por todos los cielos! ¡Tú mejor amiga, Park! ¡Decirme cosas como estas es importante! –Rosé se sintió culpable. Pues tenía razón.

Rosé: Unnie, yo no...

Hyeri: Yo solo... yo... yo te quiero, Rosé... y no... no soportaría perderte –Dijo entre suspiros.

Rosé: ¡Oye, estoy bien! –Exclamó exasperada. No estaba enferma. No lo estaba.

"Sí lo estás, idiota"

Hyeri: ¡No estás bien! ¡Tu corazón puede fallar en cualquier momento! Tus exámenes dicen que...

Rosé: ¡A la mierda los exámenes! ¡Yo me siento bien, Lee! ¡No soy una puta enferma! ¡Dejen de tratarme como a una bebe!

Hyeri: Rosé...

Rosé: No estoy enferma –Sollozó cayendo al suelo y cubriendo su cabeza mientras lágrimas escapaban por sus ojos marrones-. No lo estoy.

Hyeri: ¿Rosé, que sucede? –Hyeri conocía a Rosé muy bien. Conocía cada mínima faceta de su voz. Sabía lo que estaba por venir.

Rosé:... Yo solo quiero ser normal, unnie. Quiero buenos riñones, un corazón que no funcione como la mierda y... yo solo... no quiero estar enferma de nuevo  –Susurró sin intentar limpiar sus lágrimas.