Entonces el sueño empieza con que estoy sentado en el colchón de mi habitación y miro al rededor.
Hay una tenue luz que entra por la ventana y se tiñe del color de la cortina, parecerían ser las 7, 8 de la mañana.
Me levantó y voy hacía la puerta, me quedo mirando y me asomo para ver.
Es como si estuviera en la habitación de un edificio a gran altura y el marco de la puerta fuera una ventana, el cielo está nublado y se siente el frío en en aire.
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Así por quedarme mirando me caigo, cierro los ojos y me pego fuerte contra el piso, al alzar la mirada me percato de estar en un lugar completamente distinto.
Un bosque por la noche, con un camino de rejas e iluminado por farolas, con árboles altos y robustos, difícil de ver a lo lejos y quizás con un poco de niebla.
Después de un tiempo el camino llega a su fin y a un costado se ve una casa apenas iluminada por un poste de luz, mas lejos de eso solo queda un extenso campo repleto de oscuridad.
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Algo parecido a la imagen pero esta casa tenía una pinta un poco más antigua o tipo cabaña.
Entonces entro en la casa, me siento en un sillón y miro alrededor; las decoraciones, los cuadros, las cortinas y ventanas, el piso de madera y la chimenea del otro lado. Era algo como de abuela y creo que también un poco ochentero.
De otra habitación se acerca una señora, esta señora con pinta de ama de casa del siglo pasado, pelo rizado y recogido, con vestido, delantal y tacones altos.
Me ofrece bebida en una taza, bebo un sorbo y caigo al piso.
No se que pasa luego, creo que aquí termina el sueño.
