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Car POV
Me despedí de mi familia que se iba a ir a Madrid otra vez y luego me despedí de la familia de Marc. Marc y yo volvimos a Barcelona, a nuestra casa. Llevaba todo el camino mareada, necesitaba ir al baño urgente. En cuanto llegamos corrí al baño y me puse a vomitar en el vater. Marc gritó mi nombre para preguntarme donde estaban las llaves del garaje para meter el coche y al ver que mi voz provenía del baño vino corriendo. Cuando entró la cara le cambió a precupación total, yo estaba sentada en el suelo agarrada al vater.
-¿Qué te pasa Car? ¿Te encuentras mal?
-No sé. Tengo nauseas. Cosas de embarazadas supongo- al acabar la frase volví a vomitar, Marc me recogió el pelo y se sentó a mi lado refrescándome la nuca.
-No tienes porqué quedarte aquí, seguro que tienes cosas que hacer-le dije. Por lo que le había oido había dejado el coche sin guardar y el odia no guardar el coche en el garaje por lo que pueda pasar... el ama ese coche.
-Sí tengo porqué. Te dije que estábamos juntos en esto y lo estamos- dijo entrelazando nuestros dedos y sentándose a mi lado- tú vomitas yo te sujeto el pelo ¿Te acuerdas?- me dijo recordando la primera vez que me quedé a dormir a su habitación despues de la fiesta.
-Como para olvidarlo... fue el ridículo de mi vida.
-Nah, no exageres. Yo según lo veía pensaba que estaba loco. Ahí estabas tú vomitando todo lo que habías comido y bebido en las últimas 24horas y ahí estaba yo preguntandome porque eras tan guapa.
-¿Mientras vomitaba?- le pregunté limpiándome la cara con una toalla.
-Hombre hubo un momento en el que estaba asustado. Vomitaste mucho.
-Tu me enseñaste los cócteles- dije guiñándole un ojo.
-Porque estaba intentando ligar contigo- dijo serio y estallé en risas- ¿Mejor?- me dice y asiento mientras me da la mano para ayudarme a levantarme y me atrae a sus brazos dándome un beso en la cabeza.
-Tengo que meter el coche y luego haré unas cuantas cosas en el gimnasio de aquí de casa ¿Quieres venir?- me dice y asiento como una niña pequeña. Cuando Marc compró la casa pensó en todos los detalles e instaló un gimnasio en casa. Como a mí me encanta el deporte le daba mucho uso al gimnasio, incluso más que Marc que a veces se iba con Alex al suyo o le invitaban a algún gimnasio del centro.
Mientras Marc metía el coche en el garaje me lavé los dientes y me tumbé en el sofá leyendo todos los whatsapp que me habían llegado felicitándome por mi embarazo.
Me llegó uno de Àlex
Car, ayuda, Sandra quiere que la acompañe de compras!!! La última vez que la acompañé casi me asesina porque la dije que un vestido la quedaba pequeño. Sálvame de esa tortura!!! Mi hijo me necesita!!

Alex, tan bromista como siempre. Alex odiaba las compras y Sandra lo sabía por eso siempre me llamaba a mí o a su prima para ir con ella pero esta vez yo tenía que ir a revisión y su prima estaba de viaje y San tenía que comprar urgente un vestido para un bautizo que iba a ser ese fin de semana.

Machote, tu mujer te tiene controlado ;) si te ha dicho a tí que la acompañes es porque ni yo ni su prima podemos. No has sido la primera opción. Más bien has sido la última.

Le dije y al segundo me llegó la respuesta.

Ya decía yo que ella sabía perfectamente que no me gustaban las compras. Entonces... para no liarla ¿Si la queda pequeño el vestido que la digo?

Me contesta rápido

Tu dila que muy guapa y ya está. Tu insinues que está gorda o que es fea y todo irá como la seda.

Le dijo

Bueno.. ya te contaré. Gracias por tus sabios consejos femeninos.

Me responde.

De nada, dramático.

Finalizo la conversación. Alex y San son tal para cual, en momentos que lo permiten tienen mentalidad de crios pero cuando las cosas se ponen serias son los más maduros.
Marc vino y se tumbó encima mía en el sofá apoyando su peso en sus brazos para no aplastarme.

-¿Con quién hablas?- me pregunta.
-Con tu hermano, crisis de compras- le digo con una pequeña risita.
-¿Otra? Esta es como la octava- dice Marc riéndose y levantándose.
-Y no será la última- le digo levantándome con el y poníendome las zapatillas para bajar al gimnasio.

Bajamos al gimnasio y dejo mis cosas en el mini mueble que tenemos oara dejar toallas y demás utensilios.
-Ummm tu puedes andar en la cinta o hacer yoga- me dice Marc
-Joo pero eso es para niñas- le digo haciendo un puchero.
-Ya, es para niñas y para malotas embarazadas- dice dándome un beso en la nariz y yendo a hacer pecho.
Yo me subo a la cinta y la pongo en la velocidad justa para andar. Toqueteo los botones, me pongo cuestas, luego llaneo. Me vuelvo a poner cuestas y así. Menudo rollo, yo quiero correr... andar era de flojas pensé y en ese momento sentí al pequeño moverse.
-El bebe opina que andar es una caca. Como su madre. Inteligente- Marc se gira y yo me bajo de la cinta, Marc niega con la cabeza riendo y se va a una colchoneta.
-¿Quieres hacer otra cosa?- me pregunta.
-Sí, ¿Tambien puedo hacer el pino o una voltereta en la colchoneta?-digo ilusionada
-Ummm no exactamente.... puedes ser mi incentivo
-¿Incentivo?- le digo sin comprender y él me tumba en la colchoneta.
-Vamos a hacerlo más interesante- dice quitándose la camiseta sudada.
Pone un brazo a cada lado de mi cabeza y comienza a hacer flexiones, por cada flexión me da un beso y yo río, menudo incentivo. Sus brazos se doblan y todos los músculos de su cuerpo se contraen. Está muy muy bueno. Se notan las largas jornadas de gimnasio y bici. Marc hace unas cuantas flexiones y se tumba a mi lado en la colchoneta. Yo le miro sonriente sin apartar mi vista de su cuerpo musculoso.
-¿De qué te ríes?- me pregunta.
-Umm... de que tengo un novio que está un poco bueno.
-¿Un poco solo?- me mira levantándome una ceja y me muerdo el labio.
-Un poco bastante- digo tirándome a abrazarle.

93 minutes.  (Marc Márquez)Where stories live. Discover now