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𝟲

La señora Yang y la señora Nishimura, estaban tomando café mientras esperaban a que sus hijos volvieran.

El primer celo, siempre duraba un día, por lo que sus hijos ya debían estar bien. Aunque ya había pasado el tiempo, las madres estaban un poco preocupadas, pero también felices.

— ¡Estoy tan contenta! ¡Por fin mi Riki tendrá su marca!— Celebraba la señora Nishimura.

Estaba muy feliz de que su hijo fuera un omega y más del hijo de su mejor amigo.

— ¡Sí!— Afirmo la señora Yang tomando un sorbo de su taza.— Ojalá JungWon no se haya pasado de brusco. Tal vez salió igual a su padre y dejará sin caminar al pobre Riki.

Ambas madres rieron bajito.

Antes de seguir con su conversación, la puerta de la casa fue abierta, y ambos se levantaron del sillón como si este tuviera resortes.

Se dirigieron a la puerta con una sonrisa de oreja a oreja, que se borró al ver a sus hijos. Siendo remplazada por una expresión de asombro total.

JungWon estaba completamente despeinado, y su pelo negro, ahora se estaba convirtiendo lentamente en un cabello rubio, demostrando que era un bello omega, además de su dulce olor, que ahora estaba mezclado con el de Riki, más la bella marca que adornaba su cuello. Su cuerpo se notaba más fino y delicado, mostrando pequeñas curvas que se iban acentuando al pasar de las horas.

Comenzó a tener unas anchas caderas y su trasero había crecido un poco más en tamaño. El menor estaba maravillado, su omega era hermoso.

Riki en pocas horas había crecido en estatura, superando al ahora omega. Sus brazos se habían marcado y su mandíbula se estaba comenzando a marcar. JungWon también estaba contento, su alfa era muy sexy y guapo.

Ambas madres sorprendidas, tenían sus bocas abiertas a más no poder.

— ¿Cómo...?— Murmuró la señora Yang, no sabía que estaba pasando.

— ¿Por qué JungWon es un Omega?— pregunto la señora Nishimura, pasando su mirada de su hijo hacia su ahora yerno.

— Se supone que JungWon tenía que ser el alfa... ¡Él es el mayor!— La señora Yang todavía no se lo podía creer.

— No lo sé, mamá.— JungWon se acercó a su alfa buscando protección. Este lo abrazó con fuerza, sintiendo las emociones de JungWon por el lazo.— Solo despertamos y ya estábamos así.

— Pero así me gusta más.— Riki se agachó un poco, y le beso la mejilla a su ahora omega, aprovechando la cercanía para olerlo de nuevo. Amaba sus olores mezclados, le recordaba todo lo que había pasado e indicaba que estaban juntos.

Ambas mamás se miraron incrédulas.

Estos era un nuevo hallazgo de la naturaleza.