𝟰

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JungWon estaba nervioso, mañana sería el día que cumpliría sus 18.

Con su pecho subiendo y bajando con rapidez, se acomodó en su cama. Se sentía raro, y desde hace un mes, estaba dudando el hecho de ser un alfa. Aún que sonase muy raro, siempre le incomodaba cuando le decían que sería alfa, no se sentía cómodo con la idea y no le gustaba para nada.

Estaba esperando que trajeran a su Nini, pues solo él lo lograría calmar.

Como mañana se suponía que tendría su primer celo, ambas familias habían comprado un departamento para la pareja y JungWon se encontraba ahí. Tenía que esperar a Riki, pero según le había dicho su padre, ya venía en camino.

También tenía miedo, su Riki solo tenía 16 años. El creía que aún era muy pequeño para eso.

Él tampoco se sentía listo, pero lo tenía que hacer, por sus padres, por la sociedad, y por su instinto.

Suspiró, era la única manera en que se podía relajar por ahora. Pero no pareció funcionar.

Se levantó de golpe, estaba inquieto, y al estar sentado en su cama haciendo nada, no ayudaba.

Escuchó la puerta principal del departamento abrirse, y mágicamente se quedó quieto, como si el mundo se hubiera detenido.

Escucho murmullos provenientes del living y luego una puerta cerrarse. Todos sabían que las parejas, horas antes de la presentación, necesitaban completa privacidad y debían estar solos, sin excepciones.

Luego vio la puerta abrirse, dando paso a la silueta de Riki. El chico estaba sonriendo y se rió al ver la inquietud de su novio.

— ¿Estás nervioso, cielo?— El menor se acercó al mayor, abrazándolo a modo de saludo, sintiendo como movía su cabeza en afirmación.— Ow, no tienes que estarlo amor, hemos estado 16 años juntos.

JungWon dudó si preguntarle unas de las dudas que carcomían sus pensamientos los últimos meses, pero luego se decidió, no debía ser cobarde con su novio. Las relaciones se basaban en confianza.

— Riki, tu... ¿No te has sentido... No lo sé.... Raro?— Murmuró observando detenidamente la cara del menor, este estaba con una expresión neutra, claramente pensativo.

A veces JungWon olvidaba que él era el mayor. Riki lo hacía sentir tan pequeño, un ser que lo único que necesitaba eran mimos. Algo que no era normal en Alfas.

— ¿Raro?— Preguntó aún con su expresión neutra, JungWon asintió lentamente. Riki chasqueó la lengua.— No lo sé, osea... Me han dicho 16 años de mi vida que seré tu omega y... No me siento cómodo con eso, siento que... Yo soy el que tengo que mandar. Es un sentimiento raro. No creo que los omegas se comporten así... ¿O sí?

JungWon se sorprendió, su novio tenía las mismas inseguridades que él.

— ¿Enserio?— Preguntó, sus ojos brillaron y su voz se notaba emocionada.

Si, ¿Por qué?— Riki no entendía lo que pasaba por la cabeza del mayor.

— Porque yo me siento igual.

Riki abrió su boca sorprendido, para luego sonreír. Abrazando a su hyung, para dejarle un pequeño beso en los labios.

Ambos abrazados se dirigieron a la cama y se acostaron en ella.

— Buenas noches, hyung. Mañana será un día largo.

— Buenas noches, Nini. Duerme bien.— bostezó. El sueño ganándole al sentir el calor que transmitía el contrario.

Y antes de que se durmiera completamente, sintió un leve aroma proviniendo de Riki. Café con chocolate.

Con ese olor en su nariz y mente, se quedó profundamente dormido.

unexpected  𖠇  𝐰𝐨𝐧𝐤𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora