Capitulo 2

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For letter words just to get
Me along
It's a difficulty And I'm bitin' on
My tongue
And I, I keep stallin' and
Keep in it together...

La bicicleta roja estilo vintage era lo único que podía visualizarse entre aquel espeso camino boscoso, el sonido de la tierra y las hojas removiéndose junto con el quiebre de alguna que otra rama provocado por el rodar de las llantas rompía el silencio del lugar, el olor húmedo se colaba por sus fosas y sonrió, levantó la vista y a la distancia pudo vislumbrar las torres del puente que cruzaban por Costwold Village, esa era su parte favorita de su viaje al colegio.

No tardo más que unos minutos en llegar al emblemático puente de piedra, rápidamente dio un vistazo al río que pasaba bajo de el cuando el claxon de un pequeño Mini Mark clásico amarillo hizo que girara y saludara a la Señorita Mcgonagall con una sonrisa. La anciana mujer era la dueña de la librería del pueblo y también su jefa, hace ya un par de años que trabaja con ella y como resultado tenía grandes beneficios al degustar tanto de libros clásicos como nuevos.

Aquella castaña miró su reloj y pedaleó con más fuerza, no era tarde pero siempre trataba de llegar anticipadamente al colegio, odiaba llegar justo al límite de la hora de entrada porque en ese momento el tumulto de adolescentes provocaban una estampida y esa, era una de las razones por las cual se negaba a ir en auto con Fleur y Gabrielle. Y no es que tuviera una mala relación con sus hermanastras, de hecho Gabrielle y ella se llevaban bastante bien, sabía que la menor incluso la había adoptado como una hermana desde el primer instante en que su padre y Apolline habían anunciado su compromiso, aunque con Fleur, era algo diferente, no se llevaban mal, su relación era cordial pero los silencios incómodos cada vez que estaban juntas hacía que ambas mantuvieran su distancia.

Para ser sincera, le sorprendía que hubiesen pasado ya siete años desde su union, debía admitir también que el primer año de matrimonio se había mantenido a la expectativa por si en algún momento su padre y Apolline decidían ponerle fin a su relación pero sorprendentemente ambos adultos habían demostrado que las segundas oportunidades podían traer cosas mejores, así que al final todos ellos se habían consolidado como una familia y otro año después de la unión los adultos habían decidió mudarse a un lugar más pequeño y familiar en Inglaterra.

La entrada medieval del colegio despertó en ella una gran emoción, había extrañado tanto el antiguo lugar pues aquellos dos meses de vacaciones había viajado con su abuela paterna a ayudarla en su granja en la mismísima Toscana, tampoco es que hubiese aborrecido estar fuera de Costwold Village pero como decía la frase "no hay mejor lugar como el hogar".

Poco a poco disminuyó la velocidad y notó un par de bicicletas ya estacionadas, sonrió automáticamente al notar la melena azabache de su mejor amigo quien estaba recargado sobre su bicicleta verde mientras miraba el teléfono.

—hola extraño— habló llamando su atención y recibió una enorme sonrisa de vuelta

—hola extraña

Cuando el se incorporó pudo notar que el chico había crecido todavía unos centímetros más llevándole quizá una cabeza de largo, estacionó junto a él y usando el mismo candado que habían comprado juntos resguardó su amada bicicleta.

—te ves bien con el cabello largo— alboroto la melena una vez cerca de él quien trato de acomodarla nuevamente

—¿qué tal tus días en la granja?

Ella se encogió de hombros mientras colgó su mochila sobre su espalda y acomodaba sus audífonos sobre su cuello.

— la abuela me dio una buena recompensa por el trabajo que hice

Como La MielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora