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—Yo soy la perfección en persona—dijo HyunJin viéndose en el espejo por segunda vez–Estoy para comerme sí señor.

—Quieres dejar de hablar con tu yo en el espejo y ponerme atención Hwang—dijo Félix algo molesto, había estado tratando de poner bien esa cadena hace un momento y ya lo había sacado de sus casillas.

—Lo siento Lix. ¿Qué pasó?–dijo volteando a ver a su amigo.

—Ayúdame a ponerme está porquería. ¡Ya no lo soporto!

—Calma, calma ya voy—Agarro la cadena y se la colocó al peli blanco.—¿Oye y vas a ver a Changbin está noche?—dijo con diversión.

—¿Crees que le agrade como me veo?—dijo el pecoso con un tono rojo en sus mejillas

—Claro que si, solo un idiota no se fijaría en ti esta noche

—Y tú a quién vas a devorar que te estás poniendo tan sexy.

—A mi nueva víctima–se relamió los labios—He estado esperando este momento desde hace meses, me le he insinuado en la escuela, he tratado de coquetear con él y nada pero hoy Lee Minho va a caer.

—¿Cómo estás tan seguro?—dijo el pecoso echándose colonia.

—Bueno, él es un híbrido de conejo y yo soy un híbrido de comadreja e increíblemente la naturaleza ha dotado a las comadrejas con un arma mortal–empezó a explicar mientras ambos bajaban las escaleras—Y yo usaré esa arma mortal hoy en la noche.

,,,.......

Luego de un tiempo llegaron a la casa de Jay, anfitrión de la fiesta, caminaron hasta la puerta y se podía escuchar la música como si tuvieras las bocinas en la cara. Por suerte la puerta no tenía llave y solo requirió un empujón para abrirse. Al entrar los olores mezclados de sudor, bebida y cigarros golpearon el rostro de los recién llegados.

—¡Félix, HyunJin!¡Si vinieron!—Dijo Jay caminando hacia ellos.

—Claro que venimos—Respondió Félix— Enserio pensaste que no íbamos a venir.

—Con ustedes nunca se sabe. Pero bueno, ya que están aquí pasen y disfruten; en la cocina está la bebida por si quieren.

Después de decir eso Jay se tuvo que retirar porque había llegado Chenle diciendo que Beomgyu, Jeongin, Ni-ki y Yuta se habían quedado atrapados en el ático el cual tenía llave y nadie sabe cómo llegaron ahí.

—Vamos por unos tragos—dijo HyunJin.

—Ok. Oye, ¿Cómo crees que le hicieron esos cuatro para entrar al ático si tenía llave?–dijo el peli blanco apoyando su mano en su quijada.

HyunJin iba a contestar cuando alguien que los había estado observando se acercó a donde estaban.

—Hola chicos—Dijo Changbin, viendo de pies a cabeza al pecoso–Oye Félix, ¿Te gustaría bailar conmigo?—Extendió su mano hacia él y Félix no pudo evitar sonrojarse.

Siempre quiso que Changbin lo invitara a bailar y este era su momento.

—Claro que acepto bailar contigo—dijo tomando la mano del peli negro, pero al tomarla jaló a Changbin hacia adelante dejándolo pegado a él y le susurró en la oreja–Y quién sabe, tal vez podamos hacer algo más está noche.

Se separó de Changbin y empezó a caminar moviendo de más la cintura, mientras era observado como un plato de deliciosa comida. Changbin se relamió los labios y fue detrás de él.

HyunJin había presenciado todo y ahora se estaba riendo de Changbin y lo fácil que Félix había logrado llamar su atención. Como se había quedado solo decidió ir a ver qué podía tomar. Al llegar a la cocina encontró a quién tanto quería ver. Minho estaba tratando de abrir una botella de vino pero no podía quitarle el corcho, había intentado de todas las formas posibles y nada. Estaba muy preocupado por no abrirla porque le había dicho a su novia que lo esperará mientras él iba por una sorpresa. HyunJin al ver que no podía abrirla decidió acercarse a él para ayudarle.

—¿Necesitas ayuda?—dijo, haciendo dar un brinco del susto a Minho, que no se había percatado de que él estaba ahí, tropezando sé y casi cayendo con todo y la botella si no es porque unos brazos lo sostuvieron antes de tocar el piso.

Abrió los ojos y se encontró con los de HyunJin, nunca había visto los ojos de éste de cerca y vaya que tenía ojos hermosos, bueno siendo honestos HyunJin siempre había llamado la atención del castaño y es que tenía un cuerpo digno de admirar, pero había algo que lo había dejado sin palabras, la manera de bailar de HyunJin. Al estudiar en la misma escuela lo había visto bailar varias veces, la mayoría a escondidas, pero había válido la pena; digo, ¿En qué estaba pensando? Tiene una novia que lo está esperando afuera, y él aquí pensando en HyunJin.

Pero antes que pudiera decir algo HyunJin lo acorraló contra la isla de la cocina, haciéndo que se subiera a está y quedará con él entra sus piernas. Minho no podía siquiera reaccionar.

—Déjame ayudarte—Dijo HyunJin, casi en susurro quitándole la botella de las manos y abriéndola con facilidad– Estás tan guapo hoy Minho—Dijo mientras dejaba la botella en la mesa donde el castaño estaba sentado y se acercaba peligrosamente al rostro del castaño

—Y-yo tengo n-novia HyunJin y ella me está esperando...—HyunJin estaba a centímetros de sus labios, sus respiraciones se mezclaron, HyunJin se acercó rozando sus labios—afuera—Minho terminó la frase y también terminó con la distancia entre ellos dos. Él ya había fantaseado con besar al peliamarillo pero esto era mejor que cualquier fantasía.

El beso era desesperado, ambos habían deseado esto desde hace meses. Minho puso sus manos en el cuello de HyunJin y esté agarró su cintura acercándolo más. Pero la imagen de su novia se le cruzó en la mente y se separó de HyunJin.

—HyunJin, esto no está bien tu y yo no—El castaño no terminó la frase porque HyunJin lo cayó con un beso. Para Minho esto era demasiado, desde hace tiempos que venía luchando contra sus deseos por este hombre y ahora aquí estaba, entre sus brazos y recibiendo gustoso sus besos.

HyunJin se separó para tomar un poco de aire y Minho aprovechó para bajarse de la mesa, incluso en contra de su voluntad. Tomó la botella de vino y caminó hasta la puerta, ahí se detuvo, volteó a ver a HyunJin y caminó de regreso hasta estar cara a cara otra vez con este. Dejó la botella en la mesa y con un movimiento rápido agarró a HyunJin del cuello de su camisa y lo acercó hasta él.

—Te veo luego comadreja—dijo muy cerca de los labios del contrario y tomó con su mano libre el miembro de HyunJin apretándolo ligeramente y haciéndolo gemir.

—Me las vas a pagar caro conejito—dijo HyunJin colocando sus manos en el trasero de Minho y apretandolo a su gusto.

Minho disfrutó esa sensación, se separó por segunda vez de HyunJin, tomó la botella y caminó a la salida de la cocina. No sin antes darle una mirada de lujuria al contrario, mirada que fue devuelta con la misma intensidad.

Just A DanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora