CAPíTULO 2: NUEVOS AMIGOS ESPECTRALES II

27 3 0
                                    


Por fin podremos irnos de este tenebroso lugar, no volveré a entrar a un elevador solo.

No sabía muchas cosas de cómo termine aquí, pero de seguro algunas se resolverán apenas suba a los siguientes pisos. Así que ya presionaré el botón.

—¡¡¡Detente!!!

Casi me da un ataque, esa voz se escuchó jodidamente macabra, hasta Flanfy estaba temblando, y si él siendo un fantasma tenía miedo, yo estaba peor de cagado.

¿Huh? Presiono y presiono, pero las puertas del elevador no funcionan, ¡Dios! ¿Por qué conspiras contra mi ahora?, ¿acaso una confesión al mes no es suficiente? ¿Qué debería hacer? ¡Espera! ¿Desde qué momento todo esto me pareció normal? ¿Tan siquiera lo que veo es real? Si despierto todo se quedará en un susto, ¿no es así?

¡Ahhh! Duele... ¿cómo fui tan ingenuo? Obvio que no iba a funcionar, ¡este cliché nunca funciona! Soy un estúpido por morderme tan fuerte la mano.

—Ven conmigo...

¿Huh? ¿Es idiota? ¿Quién en su sano juicio aceptaría ir con un desconocido y peor aún con esa voz de interferencia de radio? ¿Sus padres no le dijeron alguna vez que no debe irse con extraños?

—Mocoso, ¿qué has dicho?

¿Eh? ¿Acaso lo dije en voz alta? Pero mis labios ni siquiera se movieron. Espera, ¿cómo me dijo?

—¿Quién te crees desgraciado? De seguro en vida eras patético...

—Ahora si me enojaste... ¡¡Nadie me insulta de esa manera!!

Mierda creo que ahora si la regué... soy el único imbécil que busca problemas con un... ¿fantasma? Algo me dice que no se parecerá en nada a Flanfy... esa sombra que crece en el techo es aterradora...

—¡P-Por favor perdóname! No era mi intención, ¡lo juro! Lo que me dijiste me provocó y-y-y respondí sin pensar, no volveré a faltarle al respeto señor fantasma.

—Ya es demasiado tarde para retractarse, te arrastraré hasta el infierno donde me alimentaré de tu alma.

—¡No! Perdóname, ¡por favor!

—Hmm... está bien.

—¿Huh?

—Pero con una condición.

Aquí vamos de nuevo con los clichés, pero no importa, esta vez sí necesito una conveniencia.

—¡Bien! Dime la condición.

—Quiero ir contigo a la superficie, esa es mi única condición.

Eso es repentino, podría subir por su cuenta, pero no lo pensaré mucho, si me salvó el pellejo lo tomaré.

—Por cierto, no soy señor fantasma, mi nombre es Apis. —Una silueta apareció a lo lejos, acompañando esas palabras.

Oye, oye, oye. Su verdadera forma no es nada aterradora, es incluso similar a la de Flanfy solo que algo más estirada y con cuernos. No hay punto de comparación con la voz demoníaca y la sombra que se manifestó por el techo. El desgraciado me la jugó.

—Lo siento por asustarte, solo quería gastarte una pequeña broma... ¡Oh! Es la primera vez que veo a un cachorro humano desde tan cerca.

¿Como me dijo? ¿C-Cachorro?

—Y Al fin te encontré, te perdí de vista por tan solo un segundo y desapareces...

Me insulta y luego procede a ignorarme como si nada, bueno ya no importa. ¿Acaso esos dos son conocidos?

—¡Espera! ¿Tú y Flanfy se conocen?

—¡Pfff! Conque ese nombre le pusiste. ¿Huh? al parecer le agrada.

—No te burles, al menos es mejor que Apis. Con ese nombre me dan ganas de ir a mear.

—No me hagas enojar de verdad o en serio te haré lo que dije antes. —Su aura amigable cambió, se volvió tan densa que hasta podía verla.

—¡Lo siento!

No bromear con el nombre de Apis, anotado.

»Es que no puedo tolerarlo, si le gusta ese nombre no importa lo que los demás piensen, y yo estaré de su lado como su amigo.

—Y pensar que hace un rato considerabas hacerlo tu mascota...

—¿Qué dijiste bastardo?

—Olvida. Sobre lo que preguntaste, se podría decir que soy amigo de Flanfy. Nosotros estamos aquí para darte la bienvenida.

—¿La bienvenida?

—¡Así es! Estás en la entrada al umbral del "otro lado".

No estoy entendiendo nada...

»No te preocupes Malino, te iré explicando mientras subimos a la superficie, aunque tendremos que ir por las escaleras, el elevador está averiado.

—Eh... ya veo.

»¡Espera! ¿Cómo que los fantasmas pueden hablar?

Hotel de fantasmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora