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Desde que Damian era un niño fue entrenado para no sentir nada. Su madre y su abuelo le enseñaron que cualquier tipo de sentimientos o emociones lo debilitaría. Nunca los cuestionó, nunca anheló algún tipo de sentimientos...hasta que llegó a Gotham.

Aún después varios años no sabía lo que quería, no podía describirlo. Lo que sentia era un vacio inexplicable lo cual simplemente lo aterraba, ¿Quién podría explicárselo?, ¿Su padre? El no parecía darse cuenta de lo que le sucedia y ni siquiera era bueno con sus propios sentimientos, ¿Grayson o Pennyworth entonces?... no, preferiría no ir con ellos, con ninguno de ellos. ¿Cómo se suponía que debía preguntarles?

¿Por qué me siento vacío?

¿Por qué solo quiero que me abracen?

No confiaba en nadie, no había nadie a quien pudiera preguntarle, Grayson a pesar de tenerle un muy ligero sentimiento parecido al aprecio estaban separados por bastantes años de diferencias lo cual los distanciaba en más de un sentido, a su mejor amigo Jonathan le tenía una confianza incomparable, pero el kryptoniano no estaba realmente informado sobre lo que Damian hizo en la Liga de asesinos y preferiría que se siga manteniendo oculto para el, no podría soportar saber la reacción de Jon si llegase a enterarse de todo lo que fue capaz de hacer en la Liga.

Resumiendo, no había nadie en quien confiar demasiado como para...bueno...habia alguien...

Estaba sentado en la azotea de un edificio en ruinas en Gotham, no llevaba puesto su uniforme, porque no estaba aquí patrullando o para luchar contra el crimen y golpear a algunos criminales...el simplemente estaba allí

Sentado en el borde de una losa de concreto, con una capucha negra sobre su cabeza, moviendo sus pies mientras miraba hacia la acera debajo, buscó, incómodo y observó fijamente. Por supuesto, Damian ha tenido pensamientos "intrusivos" antes, pero esto era diferente, quería saber que pasaría si se lanzaba desde del edificio, tal vez finalmente sería capaz de sentir algo.

Esos pensamientos fueron interrumpidos repentinamente por una mano que tocó su hombro...la mano tuvo que agarrarse con fuerza a la sudadera con capucha de Damian para que no cayera del edificio.

Se dio la vuelta, listo para comenzar a atacar, solo para tranquilizarse al darse cuenta de a quién estaba mirando...Un hombre con una máscara de pájaro con gafas oscuras, armado de pies a cabeza con cosas afiladas, incluso sus manos que tenían largas garras incrustadas en la tela de sus guantes.

Damian no estaba asustado...pero si enojado, enfadado con él, con Talon.

— ¿Estabas pensando en saltar?

Preguntó Talon, porque había visto la mirada en el rostro de Damian en demasiadas ocasiones como para que pasara desapercibido para el.

— No, pero si estuve a punto de caer y morir porque me diste un infarto. Al menos podrías haberme hablado antes

Damian respondió, su ira se calmó cuando empujó la mano de su espalda, y se movió lejos del borde, doblando las rodillas hasta el pecho. Talon se sentó a su lado, dejando que sus piernas colgaran del costado del edificio tal como lo había hecho Damian anteriormente.

— Oh, definitivamente algo anda mal contigo hoy. ¿Quieres hablar de eso?

Preguntó, mirando a Damian y golpeando sus dedos en su muslo con aparente calma y desinterés que Damian no se molestó en analizar.

— Es extraño verte sin tu traje, por lo general no sales en las noches sin él

La expresión de Damian cayó. Sentía cierta confianza hacia Talon y se había ofrecido a ser una especie de terapeuta para Damian muchas veces. Al final del día, parecía que él era quien más lo entendía, casi le confiaría cualquier cosa y no podía creerlo porque apesar de ser un criminal buscado y enemigo de su padre...aun confiaba en el...ni siquiera había visto la cara de este hombre antes.

𝘞𝘦 𝘈𝘤𝘤𝘦𝘱𝘵 𝘛𝘩𝘦 𝘓𝘰𝘷𝘦 𝘞𝘦 𝘛𝘩𝘪𝘯𝘬 𝘞𝘦 𝘋𝘦𝘴𝘦𝘳𝘷𝘦  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora