𝘞𝘦 𝘈𝘤𝘤𝘦𝘱𝘵 𝘛𝘩𝘦 𝘓𝘰𝘷𝘦 𝘞𝘦 𝘛𝘩𝘪𝘯𝘬 𝘞𝘦 𝘋𝘦𝘴𝘦𝘳𝘷𝘦

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Talon lo amaba de verdad, lo sabía. Por que se encargó de llenar ese vacío al que Damian se había estado aferrando durante tanto tiempo. Ni siquiera se dio cuenta de todo el peso que cargaba por absolutamente cada acción que realizaba en su vida, porque no sabía cómo se sentía, era la primera vez que podía compartir sentimientos mutuos de pasión y deseo, no sabía cómo se sentían esas cosas hasta que Talon se lo mostró.

A medida que pasaban los días, las semanas y finalmente algunos meses, por supuesto que necesitaba más de Talon y Talon necesitaba más de él  y ya conocía todas las formas de hacer que se derritiera en sus brazos, tomó ventaja de esto de una forma en el que el menor no notó, pero el necesitaba hacer a Damian suyo

La primera vez que hicieron esto fue como cualquier adolescente desearía que fuera o al menos eso fue lo que Damian pensaba en esos momentos

— ¿Estás seguro de que estás bien con esto?

Preguntó Talon por mil enésima vez aún sobre el, con una mano colocada al lado de Damian, la otra tocando suavemente la tela, teniendo cuidado mientras la quitaba del cuerpo del niño.

— Déjame verte, mi amor

"Él y sus apodos cursis", pensó Damian, pero accedió y Talon se aseguró de ser amable, de no asustarlo, de no lastimarlo y de ir despacio.

Oh, el amaba tanto a Damian

Verlo jadear, balancear sus caderas mientras tocaba su piel. Damian había tratado de mantener la calma, mantener su arrogancia para no mostrar demasiada emoción, pero no podía contra Talon.

ahora le pertenece

Y continuó pasando durante meses

como ahora

Uñas pintadas de negro dejaban marcas en su espalda, Talon estaba sosteniéndolo cerca, tratando de asegurarle que todo estaba bien, diciendo que lo estaba haciendo bien. Simplemente se sentía bien. Respiró profundamente, mirando hacia abajo para asegurarse de que no tenía dolor. Se veía tan hermoso acostado debajo de él, temblando como una hoja en sus brazos.

Oh, pobre Robin

— ¿Estás bien?

Talon preguntó, demasiado sin aliento por lo bien que lo tomaba su niño cada vez que hacían esto. Damian tragó, asintió con la cabeza y miró a Talon con esos ojos verdes necesitados que suplicaban, dolían, amaban, más emociones en sus ojos de las que jamás había visto que el chico tuviera en su vida. Ya podía sentir algo, algo que era anhelo, amor, obsesión. Sonrió, atrayéndolo a un beso. Ninguno de los dos había anhelado tanto a alguién.

Estaba empezando a perderse a sí mismo, perdiéndose en los brazos de su pareja, tanto como el otro en los suyos. Perfecto, el se había asegurado de que todo haya sido perfecto para Damian, el fue el primero y será el único hasta su último aliento sin importar si el menor lo quería o no.

— Vamos, mírame

Damian no pudo evitar sonreír genuinamente, Talon era demasiado guapo. Besó a Damian, los empujones se desaceleraron, pero se volvieron más ásperos, con más fuerza de las caderas de Talon.

— Quiero oírte

Aún le avergonzaba decir cosas cursis a pesar de un momento tan íntimo y eso Talon lo encontraba adorable, se rió al ver la cara de Damian sonrojarse. Besando su mejilla, deslizó sus manos por su cintura nuevamente. Apretando entre sus manos y Damian soltó algo parecido a un chillido.

— Hazlo o me detendré

Si Damian era demasiado tímido para darle lo que quería, entonces lo ayudaría. La voz de Damian se quebró cuando trató de murmurar las palabras, la oración salió entrecortada debido a que estaba enganchado a la intensidad de sus embestidas. El cuerpo de Damian se rindió.

— yo...te pertenezco...

Murmuró a través de ruidos que parecían sollozos por el esfuerzo y la humillación, su estómago se tensaba dolorosamente, la presión se acumulaba. Intentó tocar la mano de Talon para decirle, aunque el ya lo sabía, por como Damian se estaba moviendo. Besó su mejilla, en señal de aprobación.

— Buen chico

Damian se estremeció. Todo se sentía tan rápido, tan bien, Talon era tan rápido, pero la sensación de estar con él parecía durar horas, y las rodillas de Damian se estaban rindiendo ahora, dejando que Talon lo tomara contra el colchón y entonces...se apoderó de Damian, casi como un latigazo, los ojos se apretaron mientras su cuerpo se estremecía y se contraía. Podía saborearlo en su boca de nuevo. Podía sentirlo en sus venas. caliente, ardiente, pero derritiéndose en su lengua de nuevo. Su cerebro estaba demasiado agotado, apenas podía llegar a un acuerdo con su clímax, y de repente lágrimas calientes brotaron de sus ojos, empapando sus pestañas y manchando su rostro rojo, los dientes rechinando en la almohada mientras chillaba, jadeando como su cuerpo. Finalmente comenzó a relajarse y tan pronto como comenzó a descender, Talon siguió el orgasmo de Damian.

Talon jadeó, colapsando encima de Damian, pero logrando sostenerse lo suficiente para no aplastar a Damian con su peso. Damian se quedó en silencio, y de repente se preocupó, y levantó a Damian para asegurarse de que estaba bien. Sonrió al ver la carita sonrojada de Damián relajada, tan entregada que se había quedado dormido nada más bajar. Volteó a Damian y presionó sus labios en su frente.

— Lo hiciste bien, mi amor