♱ Capítulo 1 ♱

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8 meses antes
17 de julio

    Estaba en el cuarto de juegos, así le llamaba a la habitación que tenía prácticamente todo con lo que podía entretenerme: Una enorme tele para ver películas, una mesa con mi set up gamer, una mesa de villar y otros juegos. Los chicos y yo pasábamos mucho tiempo aquí. Muchas cosas raras y hasta perversas se hablaban en este lugar. No me sorprendía en realidad, estar rodeada de chicos había hecho que me acostumbrara a todo tipo de cosas extrañas que hacían, aunque de todos modos no éramos muy normales que digamos.

    Estaba en una pequeña mesa con Lukas frente a mi y un tablero de ajedrez que nos dividía . El se había empeñado en enseñarme desde la primera vez que me vió. No lo conocía de tanto tiempo como a los otros, pero nos habíamos acercado bastante durante estos últimos meses. Lo conocí el año pasado cuando Brais me lo presentó como el único chico con el que había tenido confianza antes de habernos conocido. Desde ese entonces nos acompañaba siempre que nos reuníamos, prácticamente era uno de nosotros.

    Hunter apareció por la puerta acercándose a nosotros. Cuando llego justo al frente de nosotros observó el tablero, mirando los movimientos que habíamos hecho probablemente. Aunque Lukas me enseñaba las reglas y algunos trucos del juego simplemente era inútil, no había aprendido nada.

Hunter puso su mano y movió una de mis piezas quitando una de mi oponente.

— Oyeee — Lukas se quejó.

Hunter solo alzo los hombros girándose para sentarse en el sofá justo al lado de nosotros.

— Llevan meses jugando Lukas, déjala ganar al menos una vez.

Yo le dediqué una pequeña sonrisa la cual el me respondió de la misma manera.

— Bueno — dijo Lukas parándose y sentándose al lado contrario del sofá donde estaba Hunter.

   Yo me levante haciendo el mismo gesto de los chicos y me senté justo al medio de ambos. Tomé el control de la tele para encenderla y buscar algo no tan mediocre con lo cual nos pudiéramos entretener al menos un rato.

   Solíamos hacer esto muy seguido. Nos gustaba pasar tiempo juntos, eso hacía que nos mantuviéramos unidos. Aunque faltaban tres chicos. << en donde estaban? >>  No le di importancia supuse que estaban comprando estupideces para comer. Ellos sabían que en mi refrigerador había comida, simplemente no les gustaba porque decían que era "demasiado saludable".

   Puse una película llamada "hostel", nos gustaban mucho las películas de terror en especial las que tuvieran escenas explícitas y sangrientas. Cualquier persona se asustaría al ver escenas tan fuertes pero a nosotros solo nos causaba risa.

     Después de unos 30 minutos los chicos que faltaban finalmente habían llegado. Todos traían bolsas en sus manos y las vaciaron encima de la mesa de villar. Todo, absolutamente todo eran puras calorías: refrescos, cervezas, papitas de todo tipo, chocolates, gomitas y más. Todo lo suficiente para morirte de diabetes.
<< me sirve >>

    Lukas y Hunter se levantaron para tomar algo. La mesa tenía una jodida montaña de comida pero no se engañen, esa montaña no duraría mucho allí, los chicos se comerían todo de una sentada. Prácticamente eran un barril sin fondo.

Brais se acercó a mi, llevaba una bolsa familiar de Doritos picantes y dos latas de Coca Cola.

— Toma — Dijo dándome las cosas.
— Sabes que no me comeré todo esto — Dije tranquilamente.
— Lo sé, pero como son tus cosas favoritas, te las tenía que traer — Dijo con una sonrisa.
— Gracias — Le respondí amable.

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