Le tengo miedo al tiempo

La confesion...

Yo veía como el pasaba suavemente sus dedos por cada orilla de cada pagina, como si pretendiera hacerle entender algo al libro, yo veía como sus ojos se movían de un lado a otro, y luego sus labios se estiraban y dibujaban una hermosa sonrisa en su delicada cara, como sus cabellos estaban perfectamente peinados, y cuando lo vi llegar a la pagina 20 de mi diario, vi como se puso un poco pensativo, el bajo su mirada y vio su corbatín, luego se lo acomodo y volvió a sonreír.

Yo veía el reloj, las horas se me hacían eternas, no sabia si cuando el cerrara el libro me viera con cara de decepción o si me vería con cara de ternura o de afirmación, mi corazón palpitaba demasiado rápido, yo no paraba de ver al Doctor, entonces vi como el paso su dedo delicadamente por la orilla de la ultima pagina, y con su mano cerro el libro, en verdad eran muchos dibujos y poco texto, el no tardaría mucho en terminar de leer su contenido, el puso su mano en la portada y acaricio el dibujo, se volvió a acomodar el corbatín y me entrego el libro en mis manos, nuestras miradas se mezclaron y vi su alegría reflejada en esa sonrisa.

-No se que decir, me has conmovido, prometo no dejarte nunca mas sola.
-Tu le diste un mejor sentido a mi vida, desde el primer dia en que te conoci, tome un libro viejo que sus hojas siempre habían estado en blanco, y una noche me sente en mi cama y a luz de vela comence a dibujar y escribir cada cosas que me pasaba contigo, la primera pagina ya sabes de que habla, el primer dia en que nos cruzamos y me salvaste de ser asaltada luego te fuiste y me sentía tan sola y solo dibujaba cuanto te extrañaba, luego todos mis nuevos recuerdos, todo el año que no estuve contigo, representaba un dibujo en esa libreta, miraba al cielo y deseaba pensar que estabas aya arriba en la Tardis y que algun dia volverías ese libro fue mi consuelo.

El doctor cayo no dijo ni una palabra, solo sonrio y me dio un muy hermoso abrazo, el doctor supuesta mente me habia llevado hacia una tienda para que los dos fuéramos a comprar algo de comer, pero se equivoco y terminamos estacionandonos en un pequeño pueblo pintoresco cuando los dos salimos para ver que en verdad el doctor se había equivocado, la Tardis nos cerro sus puertas, quien sabe que tramaba esa misteriosa caja azul, después de haber sentido a mi corazon volverse loco, le di un beso en la mejilla al doctor y me aleje de ahi un rato, me fui a caminar por aquel pueblo, el hizo exactamente lo mismo que yo, camine y camine y camine hasta llegar a una banca frente al mar, con la luna justo enfrente, una hermosa luna llena sobre el mar, entonces fije mi mirada en la luna y comence a recordar cada memoria de mi vida con el, hermosas sonrisas se dibujaban en mi rostro, mi corazón no paraba de latir cada vez que pensaba en el.
Por otro lado el Doctor estaba caminando a la orilla de mar, meditando y tratando de comprender sus sentimientos por mi, miles de recuerdos pasaban por su mente, el pobre solo tenia miedo de volver a amar, pero si el no se arriesga jamas ganara nada.