⤷𝟎𝟓⤶

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―Choi, ¿puedes venir un momento? ―el aludido alzó la mirada, encontrando a su compañero frente a él.

Era la hora de descanso, Beomgyu se hallaba sentado en el gran patio de la institución, acompañado de Taehyun y el compañero del rubio, el agradable chico llamado Soobin. Habían decidido comer allí en las mesas que tenían toldos.

Taehyun dirigió su mirada hasta el recién llegado y luego pasó a los ojos del menor Choi, alzando una ceja.

El castaño carraspeó su garganta mientras se incorporaba del sitio para murmurar de manera disimulada hacia Yeonjun. ―Debes saludar cuando llegas a un sitio, es de mal gusto no hacerlo.

El pelinegro emitió un suspiro de resignación, pasando su vista a los presentes cercanos. ― ¡Buenas tardes a todos, que tengan un lindo día!

Beomgyu abrió sus ojos en sorpresa por lo aquello, esperaba un saludo mascullado hacia sus amigos, no un grito hacia todo el amplio campo.

Sí, Choi Yeonjun tenía su manera de ser muy...interesante.

Taehyun y Soobin respondieron el saludo, al igual que algunos estudiantes cercanos al sitio, sin dejar de un lado la pequeña risa que brotó de sus labios.

Beomgyu lo agarró del brazo para alejarse del montón de personas que ahora tenían su atención en ambos, luego de sus educados gritos. El menor se colocó frente a él, cruzando sus brazos y aguantando una risa.

La carcajada se espantó al conectar con la mirada neutral de su compañero, haciéndolo carraspear para tomar la misma seriedad que el mayor.

― ¿Qué sucede?

El pelinegro miró a ambos lados antes de hablar, como si de un secreto se tratase, arremangándose las mangas del suéter para enfatizar las palabras con sus gestos. ―Creo...que estoy empezando a entender los sentimientos ajenos.

Beomgyu alzó sus cejas, interesado, movió un poco su mano para que el mayor continuara su relato.

―Hoy en clases, le pedí un lápiz a un compañero y me dijo que no ―inició en tono bajo, confidencial―, entonces, sentí lo que él sentía cuando me pedía un lápiz y yo le decía que no ―chasqueó su lengua, satisfecho―. Ya puedo entender porqué me miraba así.

El pequeño Choi sostuvo su mirada, dejando que sus labios se curvaran poco a poco hasta dejar libre una pequeña risa que logró confundir al mayor. La risa fue incrementando hasta convertirse en unas carcajadas, aun así no eran bulliciosas.

― ¿Por qué le negabas un simple lápiz?

―Porque mis padres trabajan para darme a mí lo necesario para los estudios, no a los demás ―respondió simple, encogiéndose de hombros―, también es muy irresponsable no llevarlo.

Beomgyu posó su mano sobre el hombro del otro. ―Yeonjun, entender sentimientos no es que "sientas lo mismo", porque primero eso es imposible ―soltó otra risa―. Entender sentimientos va más allá de eso, va al momento y no es algo de turnos, es natural como...saber si lo que dirás me puede afectar o no.

El mayor arrugó el entrecejo. ―Eso...no tiene mucho sentido porque si me pongo a considerar mis palabras porque afectan a otros, eso sería perder mi opinión original y llevarla a adaptación porque le disgustaría a tal persona, piénsalo Choi.

―No estoy diciendo que cambies toda tu opinión, es más como la forma de expresarla a tus más cercanos, quienes deberían tener un poco más de tu comprensión porque tus opiniones son filosas en su forma original.

♪Aɴᴛɪ﹣ʀᴏᴍᴀɴᴛɪᴄ♪ ☾YeonGyu☽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora