♪Aɴᴛɪ﹣ʀᴏᴍᴀɴᴛɪᴄ♪ ☾YeonGyu☽

⤷𝟎𝟕⤶

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A pesar de haber quedado en salir, nunca dijeron exactamente cuándo saldrían y con el paso de los días Beomgyu llegó a pensar que Yeonjun simplemente se había arrepentido.

El castaño no le preguntaría por vergüenza...vergüenza sin justificación.

O tal vez sí tenía justificación. Beomgyu observaba como Yeonjun parecía abrirse más al mundo y a los sentimientos así que tenía ese pequeño miedo de presionar al chico.

Yeonjun había estado últimamente hablando de aquel chico que había llegado nuevo a su clase, Seo Changbin.

La emoción de poder experimentar una especie de casi amistad con el chico de cabellos rubios se podía notar en Yeonjun y sus pequeños cuentos del día que compartía con su compañero justo antes de dormir.

―Me alegro que te lleves bien con él ―sonrió Beomgyu acomodándose en su cama.

Yeonjun sonrió por unos momentos antes de ponerse neutral y mirar a su compañero. ― ¿Le caigo bien porque cambié? ¿Si no hubiese cambiado no le hubiese caído bien?

Beomgyu dejó la cobija a un lado para sentarse en la cama. ― ¿Por qué crees eso?

―Lo conocí en medio de todo esto... ―Yeonjun se silenció mirando los ojos de Beomgyu, buscando una respuesta a la duda que lo abordó antes de poder conciliar el sueño.

Beomgyu negó. ―No te puedo decir eso ya que no lo sé y no tengo manera de saberlo pero no debes sentirte mal, está bien como sea que existas, siempre y cuando tengas consideración.

―No cepillaste tus dientes, ve antes que se haga más tarde.

Lo que dijo Yeonjun no tuvo nada que ver con lo que había preguntado anteriormente pero así era el pelinegro, saltaba de temas tan rápido.

Beomgyu pasó su lengua por el borde de sus dientes superiores luego chasqueó la lengua para soltar una pequeña risa. ―Me interrumpiste.

―Cuida tus dientes, ve y hablamos.

En ese pequeño trayecto que tardó Beomgyu en cepillarse, lavar su rostro y aprovechar de beber agua, al regresar se consiguió a su compañero recostado en una posición incómoda claramente dormido.

Se acercó a él para despertarlo pero apenas tocó el brazo del chico recibió una patada que lo mandó directo al suelo sin tiempo a sostenerse de nada.

Yeonjun se frotó los ojos y lo miró. ―Perdón.

― ¿Acaso te criaste en medio de una guerra? ―preguntó el menor levantándose del piso mientras soltaba unos pequeños quejidos de dolor.

Yeonjun se encogió de hombros. ―Costumbres que no puedo dejar, perdón.

Beomgyu se lanzó encima de Yeonjun espontáneamente, clavando sus dedos en las costillas de su compañero quien no tardó en reaccionar con los movimientos bruscos que provocaba las llamadas cosquillas.

― ¡Choi, Choi! ¡¿Qué haces?! ¡Chooooi! ―las carcajadas del pelinegro resonaron en toda la habitación volviéndola cálida.

Las mejillas de Beomgyu se enrojecieron por la presión que estaba haciendo al reír y la fuerza que estaba poniendo para que el mayor no se escapara tan fácil.

― ¡Yeonjun! ¡Yeonjuuuuuuun! ―chilló Beomgyu cuando los dientes del mayor se hundieron en su brazo.

El mayor dijo algo pero no se le entendió por estar mordiendo al pequeño Choi. Lo repitió tres veces gracias a los "¿Qué?" de Beomgyu hasta que por fin se dio a entender.