Beyond The Sea. (YoonSeok)

Prólogo

"Más allá del mar... 23/11/93"
M.Y.

¿Qué tan lejos estamos de nuestra alma gemela? Incluso si a megámetros están, siguen estando conectados, pero... ¿realmente todos están destinados a estar unidos?

Eso mismo pensaba Min Yoongi, absorto de todo lo que pasara fuera del sótano del barco, que yacía un lugar vacio y oscuro, lo que lograba que este chico no se concentrara del todo en su tarea, la cual se trataba de "La recta numérica y la distancia entre dos puntos" aunque Yoongi terminara pensando en otra cosa totalmente diferente, interpretando los puntos en la recta numérica como personas destinadas a estar juntas.

Mientras Yoongi estaba perdido en su revuelta mente una gran tormenta abarcaba toda la zona en la que habitaba la industria de exportaciones marinas de la ciudad Wando, Jeolla del sur, de la cual su padre era dueño de los barcos y veleros.

—Señor! Dónde dejo estas cargas? —preguntó el proveedor de cargas al Sr. Min.

—Déjalas ahí, Kim. La tormenta es cada vez más fuerte.  —señaló el Sr. Min soltando un círculo de humo de su boca.

El viento soplaba fuertemente y las nubes lograban ocultar cada pequeña fuente de luz que el sol otorgaba e incluso así, el trabajo debía persistir.

Un gran rayo impactó el suelo, iluminando todo el cielo y el reflejo del mar, esto indicaba que la marea estaba apunto de subir, el Sr. Min y su equipo no dudaron ni un segundo en forzar las ventanas del barco, dejando la embarcación a merced de los cielos.

—Yoongi hyung! Tu padre te llama! Creo que la tormenta está empeorando. —informó el hijo del proveedor al chico.

—Dile que enseguida voy, tú sube Taehyung, debes estar cansado. —respondió al chico de nombre TaeHyung, mostrando ser bastante inexpresivo ya que si quiera lo miro.

TaeHyung apretó sus labios mirando a Yoongi un tanto desconcertado, pero solamente asintió, subiendo rápidamente.

Diez para las seis.

Yoongi estaba acompañado de su padre, ayudándolo a reponer algunas tablas que cubrían los ventanales, para evitar que ocurriera un catástrofe en el que lamentaría más seguir respirando que nunca, aunque no le molestaba la idea de morir ahogado.

—Yoongi, ven, ayúdame con esta tabla. —llamó a su hijo.

—Si. —Yoongi levantó la tabla, la cual tenía varios picos, lastimando su mano, no soltando más que un quejido.

El adolescente estaba harto de su padre y su obsesión con querer manipular el futuro del mismo, ya que no era la única vez que le pedía entrometerse en su trabajo, de hecho una vez cuando el tenía dos años, este lo obligó a levantar un neumático, acción que evidentemente ni con diez años más podría lograr.

Siempre quiso un hijo que creciera al rededor de un montón de chicas escasas de ropa, atleta, que se embriagara todas las noches y que heredara su trabajo y su testosterona, prácticamente todo lo contrario a su hijo, además de que su padre era bastante egoísta y manipulador, pero no se era de extrañar, viniendo de un adicto, y no, no estoy estereotipando.

—Sabes padre, deberías llamar a Sangwoo... para que te ayude a hacer todos estos trabajos duros, yo preferiría ocuparme en... —tragó saliva. —otras cosas.

—¿Me estas jodiendo? —se burló. —¿En qué otra cosa te podrías ocupar tú? ¿En escribir poemas y cartitas todo el jodido día?

YoonGi reacciono con un gesto un tanto desagradable, no le importaba si era cosa de niña recién nacida, a él le encantaba la literatura, escribir cartas y la poesía, era lo que más lo alejaba de la aburrida realidad; pero era triste para el no poder compartirlo con nadie.