Capítulo 2

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Camina un poco rápido, llegaba tarde, pero no iba a desperdiciar energía corriendo para llegar a su salón.

Abre la puerta como si de su casa se tratará, mientras lanzaba su cabello para atrás. Las miradas de los presentes estaban postradas en ella, pues su larga cabellera negra estaba despeinada y sus ojos oscuros estaban adornados de un delineador discreto. Los ojos del profesor mostraban desaprobación, y como no, si una de sus alumnas estaba mal vestida, usando el uniforme como su santa gana le daba.

- Perdone la demora. - Menciona, mirando discretamente a los alumnos. - ¿Puedo pasar?

- Que no se vuelva a repetir. - Habla el maestro, con ojos cansados.- Como decía. - Vuelve a hablar, mientras que nuestra protagonista camina hasta el único asiento libre, frente al maestro. - Soy su tutor, Aizawa Shota. Y estaré encargado de supervisarlos y cosas como esas. - Guarda silencio un rato. - Pueden interactuar entre ustedes si quieren, tienen diez minutos antes de que salgamos al patio, vamos a probar sus habilidades.

El maestro se coloca dentro de un saco de dormir de un intenso color amarillo, mientras que los estudiantes empiezan a socializar entre ellos, provocando un bullicio gigante. Se levanta y camina hasta el verdoso compañero que tiene unos asientos detrás suyo, el chico la mira y ladea su cabeza.

- Pareces ser el único cuerdo en esta clase. - Menciona sonriendo, mientras acomoda su larga cabellera detrás de su oreja.

- ¿En serio? - Pregunta sin creercelo, es más, no cree que alguien se le haya acercado por cuenta propia.

- Si. - Ella responde estirando su mano derecha para presentarse. - Soy Piedad Valencia, un gusto en conocerte.

El pecoso acepta la mano con tímidez. - El gusto es mío, Valencia. Soy Izuku Midoriya. - Una sonrisa inocente se le fue entregada a Piedad, increíblemente deslumbrante. Iba a ser molesto lidear con esa sonrisa. - No eres de por aquí, ¿Verdad?

- No, para nada. - Responde sincera. Mientras que sacudía un poco su falda. - De hecho, soy nueva en la ciudad.

- ¿De dónde eres? - Pregunta, mientras toca tímidamente las mangas de su bleiser gris.

- De Sudámerica. 

- Vaya, por eso ese increíble acento.

- Te pasa de adulador. - Dice riendo, cubriéndose su boca. Mira a otro lado disimuladamente, muy muy en su interior preferiría que ese chico no oliera tan dulce, es más que obvio que es omega y uno recesivo. "¿Este es heredero?" Piensa mientras muestra una sonrisa.

Pasado los diez minutos dados por el maestro, los veinte alumnos salieron del salón, dirigiéndose a los vestuarios donde cambiarían su uniforme por el uniforme deportivo. Esa ropa consistía de dos prendas, una casaca azul y un pantalón de igual color, todos con las mismas líneas blancas con el símbolo de la U.A. 

Piedad, sin embargo, seguía haciendo de las suyas. Cambio, nuevamente, el uniforme a su manera; traía la casaca abierta, dejando ver su polo negro de tirantes, mostrando su gran escote, además de tener una pierna del buzo remangada. Varias miradas fueron postradas en ella, como era de costumbre, aunque esta vez resaltaban más sus perforaciones en la oreja derecha.

La mirada de su profesor estaba más fruncida de lo normal, odiaba tener que lidear con esto.

- ¿Recuerdan cuán lejos han logrado lanzar una pelota sin quirk? - Pregunta señalando el balón de béisbol en el piso. El salón lo mira intrigado. - Ahora mostrarán cuán lejos mandan el balón, pero utilizando sus quirk, no se limiten. - Dice, mirando su registro. - Tenemos que encontrar sus forzalezas como héroes.

Pasaron uno a uno, desde 72km/s hasta infinito, realmente había particulares sorprendentes este año, no obstante, cuando toco el número 18, el maestro, mostró cierto desinterés. Como era de esperarse, no logró sobrepasar o acercarse a las cantidades de sus compañeros.

- Ahora, prueba de saltos. - Ordenó el maestro, cambiando de locación.

Iniciaron nuevamente y así sucesivamente con las siguientes pruebas, siendo sorprendido por tres alumnos más que el resto. Los estudiantes número 15, 16 y 17 sobresalieron entre los veinte alumnos, aunque, al lado del número 18, todos resaltaban.

- La última prueba, es la del sub género. - Cierta tensión fue notoria en los estudiantes, y ¿quien no lo estaría? Pues parte de tu imagen como héroe era su sub género y mayormente los héroes reconocidos eran alfas dominantes, unos cuantos recesivos y muy pocos omegas. - Recover Girl les hará la prueba, y para mañana tendrán los resultados.

El nerviosismo era latente en los estudiantes, así fue como poco a poco los estudiantes entraban a la enfermería, saliendo con una de sus manos en la nuca, tapando la marca de la aguja que había entrado por su piel, revelando su sub género, mañana sabrían mucho sobre ellos.

Una máscara imprescindible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora