Capítulo 4

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Llegando al salón, la mirada cautiva de su maestro atravesaba su ser. Una descarada sonrisa por parte de Piedad Valencia era más que suficiente para que el profesor la mantuviera afuera.

- Tarde. - Suelta con firmeza, provocando que su voz, que ya antes era ronca, sonará más que grave y apagada. Piedad podría decir esa voz era bastante sensual como para ser legal.

- ¡Lo sentimos mucho, Profesor Aizawa! - Grita fervormente el peliverde, agachado su torso, logrando un perfecto ángulo de 90°. Kaminari imitó la acción de Midoriya, sin embargo, la mujer de ese trío no tenía pensado inclinarse ante ese profesor, pues el aroma amargo que desprendía no ocultaba el hecho de que no era Beta ni Alpha.

- ¿No piensas arrepentirte de tus actos?

- Para nada, se nos hizo tarde, eso es todo.

- Debieron calcular su tiempo, como el resto. - Contesta el maestro. Su actitud cortante vaya que era llamativa, sus ojos entrecerrados y con cero interés en dejarlos pasar. - Midoriya, Kaminari entren. - Dice sin parpadear. - Te quedas fuera, entrarás después.

Los dos jóvenes entran rápidamente, mientras que Piedad chasquea la lengua achinando sus ojos oscuros, tramaba algo y de eso estaba seguro Aizawa. El mayor entra, entrecerrando la puerta.

- Les presentaré a su profesor de Lecciones de Héroes. - Empieza a hablar el maestro de 1A, siento interrumpido por un estruendoso grito de la persona que menos quería ver.

- ¡Ya estoy aquí! - Grita el Símbolo de la Paz, realizando otra extraña pose para dejar ver sus músculos. - Su profesor de Lecciones de Héroes.

- ¡All Might! - Un grito compuesto por todos los estudiantes de la clase, o al menos en su mayoría.

- Iremos hasta el campo de entrenamiento B, ahí empezarán nuestras clases. - Habló All Might. - Vayan a cambiarse, utilizaremos sus trajes de héroes.

Tras la serie de preguntas y explicaciones sobre como lograron tener los trajes tan pronto, los estudiantes salieron del lugar con la maleta de su traje en mano; para luego dirigirse a los vestidores. Mientras tanto, Piedad se encontraba sentada en el piso del pasadizo en posición de loto, con los ojos cerrados, tratando de ignorar el sonido externo. Parecía que estaba meditando, relajando su cuerpo y mentalizándose para la regañada que seguramente el maestro le daría; no obstante, la conversación con su disque padre la tenía harta.

- Apurate, consigue información. - Sigue diciendo aquel sujeto, repitiendo varías veces esa misma frase. - Ya te estás tardando.

- Ya se, ya se. - Responde la azabache por décimasextava vez. - Hablame en otro momento, no molestes ahora.

- Respetame, niña inso...

- Valencia, entra. - Dijo la voz apagada del maestro, despertando a la chica. - Rápido.

La muchacha ignoró la voz por telepatía que le estaba hablando, parándose a velocidad, sacudiendo un poco su falda. Ella entra al salón, mostrando una cara inocente, como lo hacía cada que quería obtener algo.

- ¿Si, profesor? - Contesta melosa, juntando sus manos en frente de su vientre.

- Sabes que estás castigada, ¿cierto?

- Oh, lo sé, pero me parece injusto.

- ¿Injusto? ¿Por? - Interroga el maestro, alzando una ceja.

-  ¿Por qué tendría que pedir perdón? Es culpa del tiempo ¿Por qué sonó antes? No sé, es distinta la hora aquí que atrás. ¿Por qué? Mejor olvidemos eso y avancemos. - Dice contestando sus propias preguntas.

- Como dije antes, necesita controlar su tiempo. - Comenta suspirando. - Su castigo tendrá de plazo una semana, 6 días contando hoy. Realizará un informe sobre la puntualidad en la etapa escolar.

La adolescente cruza sus brazos y gira los ojos, ignorando los ojos furiosos de su maestro. Se le ocurre algo, una acción que ha visto antes, en su anterior colegio: intimidarlo. ¿Será posible? No lo sabe, no pierde nada intentando.

- Profesor, ¿por qué es tan serio? - Pregunta, acercándose a su mayor, con una sonrisa lo suficientemente molesta para cualquier persona. - Debería relajarse un poco. - Comenta, soltando un poco de feromonas. - ¿Podría hacerle una pregunta? - El otro asiente, manteniendo su postura rígida aunque dentro suyo sabía que si seguía así, revelaría su sub-género. - ¿Sabía que... - Hace una pequeña pausa, estando a simples céntimetros del cuello de su maestro. - ¿Sabía que el olor de Present Mic no oculta que usted es omega?

- ¿Qué?

- Eso, usted es omega, siento el olor de Present Mic cubriéndolo, es molesto ¿Sabía? Prefiero que.. - Dice, bajando el volumen de su voz. - Que este cubierto de mi aroma.

Las piernas del varón temblaban, el aura de la chica era sumamente dominante, y esos ojos calando en su ser es demasiado para él como omega dominante. Rogaba que Mic lo viniera a buscar como siempre lo hacía, esos pequeños momentos de menos de 5 minutos era el confor de Aizawa.

- Va-Valencia, llegará tarde a su próxima clase. - Dice, titubiando al decir el nombre de su alumna. - Siendo yo su tutor no sería propio que llegará tarde.

- Aizawa Shota. - El nombrado tiembla levemente, ruega a Buda que el llamado que hace a Hizashi se haga presente rápidamente. - ¿No te gustaría ser cubierto por mi aroma?

- Por favor, ve a tu siguiente clase, antes que te mande a supletorios.

Sus palabras temblaban, su corazón y mente también; estaba al borde de dejar su dignidad como maestro y héroe. Sus piernas flaquean haciendo verle más sumiso de lo normal, sobre todo a petitoso para cualquier Alpha que lo llegué a oler. La puerta se abre de golpe, provocando un chasquido por parte de Piedad.

- ¿Shota? ¿Valencia? - Pregunta la voz de Present Mic, en un tono bastante molesto, aunque trataba de disimularlo. - ¿Qué sucede aquí?

- No es nada, Present Mic. - Responde Piedad dándose la vuelta, mostrando una sonrisa al maestro. - Solo aceptaba mi regaño.

- ¿Regaño?

- Si, llegué tarde a clases.

- Valencia, retirese. - Ordena Mic, frunciendo su ceño. - Después le diremos su castigo.

- Por supuesto, profesor.

Piedad se retira molesta. Arruinaron una gran oportunidad para molestar al maestro y conseguir información teniendolo en su poder. La chica cierra la puerta y con pasos gigantes avanza a los vestidores, vaya que estaba molesta. Mientras tanto, en el salón, una muy dura y larga conversación estaba por darse.

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⏰ Última actualización: Dec 26, 2022 ⏰

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