Used to ~Jb~

Parte 9

Ash resopló frustrada cuando aquel jueves Zoe se cambió de sitio en clase de Español.

Siempre se sentaban juntas porque era casi la única clase en la que coincidían, pero Zoe llevaba evitándola desde el día anterior.

Desde que se había enterado de lo ocurrido con Justin.

Y Ashley no lo entendía. Podía estar molesta, pero, ¿por qué la evitaba así?

La chica se colocó dos filas por delante de Ash, seguramente para poder darle la espalda de manera literal.

Miró hacia la puerta, en busca de otra persona que también ocupaba su mente durante aquellos días.

Justin no estaba por ningún lado. Ya era el segundo día que no aparecía por el instituto. Ash se preguntó si se debía a lo ocurrido con ella.

¿Acaso todo el mundo la estaba evitando ahora o qué? Pues al parecer sí, porque durante aquellos eternos y horribles cincuenta y cinco minutos de clase, Zoe no le dedicó ni una mirada.

Justin tampoco la miró, aunque eso era más lógico dado que ni siquiera estaba allí. Ya eran las doce del mediodía y no lo había visto por ningún lado.

Tal vez podría mentir y decirse a sí misma que así estaba mejor. Que cuanto menos viera a ese chico, sería mejor para ella.

Pero, la verdad, es que no podía quitárselo de la cabeza, y no podía quitarse de encima la idea de que, cuanto menos lo veía, más deseaba volver a verlo.

"Ashley" la llamó una voz estridente, que odiaba con toda su alma.

Y no, no era Aira. Si no su profesora de español, Clarisse, a quien Ash le tenía un asco inexplicable.

Simplemente, la señora le provocaba un rechazo que no podía evitar. Y el sentimiento era recíproco.

Ash la miró con desgana, topándose con los ojos de loca que tenía la señora.

"Si te interesa tan poco mi clase, creo que puedes irte ya" le habló Clarisse, sacudiendo esa melena rizada y llena de canas que tenía.

En cualquier otro momento, Ash la habría ignorado, pero ya estaba tan harta de que todo el mundo la tratara mal últimamente que se puso en pie, provocando un feo chirrido al apartar la silla con brusquedad.

Agarró su mochila y se la echó al hombro. Pasó por al lado de la señora, quien la miraba con odio.

"Que le den" murmuró ella, casi a punto de salir por la puerta, pero la profesora y toda la clase pudieron oírla perfectamente.

Y esa sola frase iba dirigida para más de una persona que estaba en ese aula. Porque Clarisse no era la única persona que la había estado tratando como basura los últimos días.

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Zoe vio a Ash sentada en medio del patio del instituto, en un rincón, con la espalda contra la pared del gimnasio del instituto. 

Miraba algo en su teléfono sin mucho interés, o al menos eso parecía. Zoe no supo qué hacer con ella.

Se sentía traicionada, aunque ni siquiera tenía derecho de sentirse así. Ash no tenía la culpa de que Zoe tuviera esos sentimientos tan desconocidos y raros hacia ella

Zoe nunca se había sentido atraída hacia nadie, a pesar de las miles de personas con las que se había enrollado, jamás le habían terminado de satisfacer del todo.

Para Zoe, el tema de la homosexualidad era algo que nunca se había planteado.

Sus padres, con su mentalidad anticuada, la convencían día sí y día también de que aquello de la homosexualidad era cosa de fracasados, de gente rara que quería ser diferente de alguna manera.