Capitulo 3: ¿Crees que ha terminado? Apenas está comenzando.

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Después de enterarse de lo que había sucedido a Minerva y a Ellen, al día siguiente, el grupo decidió ir a las a fueras de un restaurante de comida rápida. Cuando cruzo la calle, Alberto tenia pegado un papel que anunciaba cañas de pescar que decía "las mejores cañas de pescar, no salgas sin ellas" y debajo de él anunciaba una óptica que decía "Óptica Destino, para ver mejor lo que te sucede". Al leer esto una extraña brisa sopló detrás de Alberto como la vez en el autobús y en el memorial; poco después de pensar decide sentarse a platicar con sus amigos.

Karla: Si supieron lo que les sucedió a Minerva y a Ellen.

Beatriz: No toquemos el tema pero el accidente y ahora esto.

Álvaro: ¿Cómo unas chicas, que no le hicieron nada a nadie, les sucede esto?

Ivonne: Creen que es ¿Por qué les había llegado la hora?

Alberto: Después de salvarse de morir, no lo sé.

Álvaro: Bueno, ahí viene Eduardo tal vez nos quite la duda.

Alberto al saber que venía Eduardo dio la vuelta y observo una grúa de remolque que se dirigía a toda velocidad y grito:

Alberto: ¡Cuidado Eduardo!

Eduardo al escuchar su advertencia, se dirigió rápidamente hacia adelante evitando ser arroyado por la grúa, pero la felicidad fue por poco ya que el seguro del gancho de la grúa estaba suelto y el gancho se incrusto en el ojo derecho de Eduardo perforando así su cerebro matándolo al instante. Los jóvenes vieron horrorizados lo que le sucedió a Eduardo mientras su sangre los salpicaba con desagravio. Después de que llego la policía los muchachos fueron a dar sus testimonios:

Detective Padilla: No es bueno de que estuvieran aquí.

Alberto: Lo dice por el accidente o por que 3 de nosotros han muerto.

Detective Rodríguez: Sería por ambas razones, no es normal de que hayan muerto personas que se salvaron de morir hace un mes.

Beatriz: Y ¿Qué quiere que hagamos?

Detective Rodríguez: Por el momento vayan a casa.

Alberto y Beatriz decidieron tomar ese consejo e ir a casa a descansar mientras ellos seguían su conversación:

Beatriz: ¿Crees que estaremos bien?

Antes de responder, ellos se toparon con el forense y respondió:

Forense: No lo creo, porque "a la muerte no le gusta que la engañen".

Alberto: ¿A qué se refiere con que "a la muerte no le gusta que la engañen"?

Forense: He visto cosas extrañas en mi vida, pero créanme no como personas afortunadas que se salvan de morir en un accidente y que pocos días después mueren.

Beatriz: ¿Qué quiere dar con eso?

Forense: Me refiero que muchas cosas que hagas pueden llevarte a la tumba y cuando el destino quiere que mueras pues mueres, pero cuando un tonto decide intervenir en su muerte y se salva es cuando la muerte entra en acción con un designio.

Alberto: ¿Designio? Quiere decir, que por salvarnos del camión ahora moriremos a través de un designio.

Forense: Si, pero cabe a destacar de que ustedes no intenten desafiar ese designio, porque podría crear una catástrofe que podía enfurecer a la muerte, yo no les recomiendo que hagan eso Alberto.

Alberto: ¿Cómo sabes mi nombre?

El forense alzo una sonrisa y se retiro como si nada, mientras Alberto y Beatriz seguían hablando:

Destino final: Muerte en la montañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora