7. The escape.

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«PAMELA»

Después de terminar el desayuno en Little lights, Thanya se ofreció para llevarme de vuelta a casa, ya que su hermano debía irse a ensayar con los chicos, quienes tenían un toque hoy por la noche. Ambos me explicaron que los chicos solían tocar los fines de semana debido a sus apretados horarios. Según lo que me dijeron, todos tenían dos o tres años estudiando en Ketter, y que de hecho, algunos también mantenían otras ocupaciones aparte de las clases y la banda. Al parecer, como grupo les iba muy bien, pero que eso de la música solo lo consideraban como un simple pasatiempo.

Thanya prometió pasar por mí antes de despedirse, yo aproveché para pedirle un consejo sobre lo que debía de ponerme para ir esa noche, ya que nunca había sido de las que iban a clubes, por lo que necesitaba la ayuda de alguien urgentemente.

Lo que no me esperaba es que se mostrará tan entusiasmada con la idea. Además, la chica resultó ser toda una influencer de la moda en el mundo de las redes, aunque lo negó diciendo que únicamente eran simples videos con consejos sobre lo que deberías usar o no, al asistir a ciertos lugares.

Ella prometió hacer videollamada para ayudarme a elegir antes de despedirnos.

No me sorprendió no encontrar al sandio cuando utilicé la llave que había dejado para mí esa mañana, supuse que debía de estar ensayando. Entre en mi habitación y me decidí de llamar a mamá, está contesto al tercer toque.

— Hasta que llamas a tu madre, niña ingrata —Reprochó—. ¿Sabes cuan preocupada estuve por qué no llamabas? ¿O es que acaso ya te olvidaste de que tienes madre?

Suspiré.

Sabía que esto era lo que me esperaba por haber pospuesto tanto el llamarla. Para esa mujer, no existía escusa que valiera, por qué nada era más importante que mantenerla informada de mi bienestar. Por lo que solo me quedo aplicar la actuación de hija arrepentida si quería hacer las pases rápidamente con ella.

— Mamá, cálmate por favor —Use el tono más dulce que pude—. Lo admito, soy una hija ingrata y verdaderamente me arrepiento de mi comportamiento, pero, ¿crees que podrías perdonar a esta hija tuya, con ese corazón tan misericordioso que tienes?

Se quedó en silencio unos segundos, y luego soltó una carcajada. — Supongo que puedo hacer una excepción contigo por esta vez.

Sacudí la cabeza.

— Bien, por qué no empiezas por contarme como van las cosas por allá. —Se escuchaba genuinamente intrigada.

— Bueno... — Y así, me embarqué en una charla de más de medio hora contándole las cosas que habían sucedido justo después de su partida. Claro que omití algunas que podrían no gustarle, como el incidente en el que casi me atropella un auto o el que me subí a la moto de un chico que apenas conozco.

Sí, eso seguramente no le gustaría.

Al terminar de hablar con mi madre, fui inmediatamente envuelta en otra llamada, pero está vez era una videollamada y Thanya es quien me saludaba. Su llamada era para brindarme su ayuda en lo que respectaba a mi atuendo para esta noche.

Con eso pasamos unas dos horas aproximadamente hablando sobre lo que debería ponerme, cómo maquillarme y con que combinarlo. Que bueno que no era una persona ajena a estas cosas de arreglarme, aunque prefería la comodidad a veces, porque de otra forma no hubiese soportado esa larga conversación.

Bad roommates © (En pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora