Capítulo 3

771 96 18
                                    

Después de un año entero en cautiverio, finalmente se le permite salir de la casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de un año entero en cautiverio, finalmente se le permite salir de la casa.

Es como probar otra vez la libertad y es por eso que Obito decide pasar su primer día de liberación adentro: en su cama, leyendo el último volumen de Icha Icha, porque es lo suficientemente estúpido como para mantenerlo distraído de todas las razones sofocantes por las que no quiere ir afuera.

Conocer gente está en la última parte de su lista ahora. Personas que perdieron a sus seres queridos por su culpa. Personas que perdieron todas sus pertenencias por su culpa. Personas que resultaron gravemente heridas o traumatizadas por el ataque de Kyubi o la Cuarta Guerra Shinobi, ambas causadas por él. Podría seguir para siempre, de verdad.

Esta libertad que Kakashi le otorga está mal en todos los niveles. A alguien como él no se le debería permitir deambular por el pueblo que una vez trató de destruir. Y no lo consuela en lo más mínimo que las sombras del Hokage siempre estén a un suspiro de distancia de él, listas para clavar sus kunais en su cráneo.

Pero nada cambiará jamás su sentencia. Nunca estará realmente libre de estos grilletes, aunque no quiere eso de todos modos porque nunca olvidará sus crímenes y tampoco quiere que Kakashi los olvide. Esta libertad es traicionera, y le dice al Sexto Hokage una y otra vez que puede arrojar a Obito de regreso a su celda solitaria si algún día se cansa de él.

No se dice que Kakashi sella los labios de Obito cada vez que comienza a hablar así.

Obito sabe que todo este montaje es para sanar su alma rota. Se ha ganado otra oportunidad y Kakashi quiere volver a verlo feliz. Quiere que rompa esa sonrisa amable pero algo traviesa que solía llevar en los labios cuando era un niño. Por supuesto, el Uchiha realmente quiere cumplir ese deseo porque haría feliz a Kakashi. Y ese hombre merece la felicidad más que Obito.

Han estado bromeando durante casi cinco meses y su relación se ha convertido en algo que Obito teme porque es algo que no puede controlar.

Se ha dado cuenta de que realmente le gusta besar, acariciar y satisfacer a Kakashi mientras se niega a cualquier toque que el otro quiera darle a cambio. No es solo la desfiguración física de Obito lo que lo hace rehuir. Kakashi ha visto la mayor parte y dice que no le importa. Obito cree eso y confía en él, pero no puede dejarse llevar por los sentimientos antes de que ni siquiera haya comenzado a enmendar sus crímenes.

Kakashi lo llama autocastigo y tiene toda la razón.

ー¡Por ​​el amor de Dios, Obito! ¡Ya te has compadecido lo suficiente! ーel Hokage se para en la puerta que conduce a la habitación de Obito y lo mira sin comprenderー. ¡No puedo soportar verte así por más tiempo!

Es raro ver a Kakashi perder los estribos. El hombre suele ser sensato y tan paciente que casi da miedo.

Ha pasado una semana desde que a Obito se le permitió visitar el pueblo y no ha hecho ningún intento de salir. Obviamente, el mayor aflojamiento de sus grilletes no tuvo el efecto que Kakashi esperaba.

A little bag of fruit bonbonsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora