Papá

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Me criaron para quererte, me enseñaron a respetarte, me dijeron que sos la persona más importante de mi vida. Lo hicieron otros, vos no tuviste tiempo para estar sobrio.

Lo que no vieron los demás, lo que no supieron enseñarme o para lo que no me criaron, fue que quererte siempre dolió, que el respeto se convirtió en desprecio, y que como sos la persona más importante también sos la que más daño me hizo.

¿Dónde estuviste, papá? cuando era chica y lloraba por miedo a los monstruos en la noche. ¿Dónde estabas, papi? cuando crecí y descubrí que no todo el mundo puede ser amigo, cuando fueron crueles conmigo. ¿Dónde, pa? La primera vez que me rompieron el corazón, cuando me enamoré de todos los que me tocaron, cuando no quise y no les importó. ¿Dónde fuiste? cuando dejé de gustarme, cuando me negué a respetarme, cuando descubrí lo que se sentía creerse insuficiente, cuando me comparaba y perdía, cuando dejé de llorar y de mirarme al espejo. ¿Por qué? Porqué dejaste que te necesitara tanto cuando eso significaba dejar de quererme a mí, por más que no estabas.

Me criaron para quererte y se olvidaron de decirme que era más importante quererme a mí.

Estabas, estuviste ahí, lo viste todo pero elegiste quedarte de espectador, sin hacerte cargo, pero quedándote. Decidiste por nosotros que no te necesitábamos pero nunca te fuiste. Te dedicaste a contaminar con alcohol recuerdos que hoy serían mucho menos agrios. Brillaste por tu ausencia sin querer aceptar que los demás te teníamos presente. Nunca quisiste ver la violencia que traía consigo tu indiferencia.

Pero una parte de mi te entiende. Al fin y al cabo vivimos en el mismo mundo y la misma sangre fluye en nuestras venas. Entiendo lo que es no soportar estar en tu propia cabeza, sé lo que es no entender la crueldad, conozco el dolor que produce no quererse y buscar ese amor en los demás, entiendo la necesidad de escapar como sea.

Pero no puedo evitar juzgar tu manera de afrontar el dolor, lo que con los años aprendí que es lo que nos define.

Juzgo tu manera de dejarnos de espectadores de una batalla con vos mismo que nunca queres ganar. Juzgo que nos hagas cómplices de tu suicidio, ese que llevas años practicando y que parece no tener verdadero final, y que no permitas que lo evitemos. Juzgo que me hayas enseñado que no hay nada que hacer contra el dolor, más que dejarse ganar. Juzgo que te hayas rendido antes de empezar a pelear.

Ojalá algún día te perdones. Ojalá te quieras. Ojalá, papi, ojalá. 

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⏰ Última actualización: May 21, 2022 ⏰

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