Renacimiento de la pequeña nuera en los 80 - Parte 3

Capítulo 549: Regresando a la Capital Imperial en un mes (1)

Después del entrenamiento, Chu Molin no fue a casa primero, sino que fue a la sala de comunicación.

"Comandante del batallón Chu" Tan pronto como el soldado en la sala de comunicación vio a Chu Molin, se puso de pie y saludó.

"Haz trabajado duro", Chu Molin le devolvió el saludo militar.

"Comandante del batallón Chu, ¿qué pasa para que vengas aquí?" El soldado miró a Cold Hades frente a él.

"Quiero hacer una llamada telefónica", Chu Molin señaló el teléfono al costado.

"Comandante del batallón Chu, entonces puedes llamar". El soldado se hizo a un lado y pensó para si mismo que tenía mucha curiosidad, ¿a quién quería llamar Cold Hades? Diciendo que quieres hacer una llamada telefónica en este momento, ¿no puedes hacer que la gente sienta curiosidad?

"Uh, comandante de batallón Chu, esperaré afuera", el soldado se dio unas palmaditas en la cabeza después de recibir la mirada fría en los ojos de Chu Molin y dijo apresuradamente.

Aunque tenía particular curiosidad por lo que diría el rey Cold Hades, no tuvo las agallas para quedarse aquí y escuchar.

"Hola, soy Xiao Qi", Xiao Qi escuchó sonar el teléfono en la mesa y lo levantó.

"Tercer hermano, soy yo", sonó la voz fría de Chu Molin.

"Jefe, ¿por qué llamaste? ¿Pasó algo?", Xiao Qi dejó el bolígrafo en su mano, se apoyó en el respaldo de su silla y le preguntó a Chu Molin al otro lado del teléfono.

"No es nada, solo es para decirte, mi esposa dio a luz y ahora soy padre", la voz de Chu Molin finalmente sonó un poco cálida.

"¿En serio? Eso es genial, felicitaciones, jefe" . Xiao Qi pensó que la última vez que vio a Qin Xue, aún no había dado a luz, ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que recibió una buena noticia?

"Gracias, te invitaré a ti y a Zhaozi a tomar una copa otro día", Chu Molin se sentó en una silla, puso un pie sobre la mesa y estiró la mano para tirar de la hebilla Fengji.

"Está bien, puedes decidir la hora", la voz de Xiao Qi vino de ese lado.

"¿Dónde está Zhaozi ahora?" Chu Molin pensó que no había visto a estos dos en mucho tiempo.

"Él, debería estar aquí ahora. Desde que regresó a la capital imperial para celebrar la boda con An An, An An se ha quedado en la capital imperial y a menudo corre de aquí a la capital imperial, y no lo he visto por un tiempo." Xiao Qi huyó aquí después de asistir a la boda de los dos, y realmente no tenía la energía para lidiar con la urgencia de su familia en casa.

"Invítalo a salir otro día, reunámonos". Chu Molin sería trasladado a la capital imperial para asistir a la academia militar después del confinamiento de Qin Xue y todo tiene que ser arreglado antes de irse.

"Está bien, jefe, ¿por qué parece que hay algo más en tu tono?" Tan pronto como Xiao Qi escuchó esto, inmediatamente se sentó y le preguntó a Chu Molin al otro lado del teléfono.

"Tercer hermano, regresaré a la capital imperial después de que Xue'er salga del confinamiento". Las palabras indiferentes de Chu Molin entraron en los oídos de Xiao Qi a través del micrófono.

"Está bien, haré los arreglos y te acompañaré de regreso", dijo Xiao Qi después de un momento de silencio.

"No, no tienes que hacer esto, puedo hacerlo yo mismo" Chu Molin ya no es la persona que no sabía nada antes.

"Jefe, arreglaré las cosas aquí lo antes posible y regresaré con usted. Solo trasladaré la compañía de regreso a la capital imperial", Xiao Qi no es esa persona poco ética.

"Está bien, gracias tercer hermano", Chu Molin escucho a Xiao Qi, quien insistió en hacer esto y no continuó diciendo que no quería su ayuda.

"Jefe, somos hermanos" Xiao Qi era realmente un amigo que creció usando el mismo par de pantalones abiertos en la entrepierna que Chu Molin.

"Bueno, somos hermanos. Entonces dile a Zhaozi, te encontraré cuando llegue allí", la voz de Chu Molin era mucho más suave que al principio.

"Está bien, le informaré", respondió Xiao Qi al final.

"Colgaré" Después de que Chu Molin escuchó la respuesta de Xiao Qi, dejó esta palabra y colgó el teléfono.

Xiao Qi escuchó el tono ciego del teléfono, sus ojos se oscurecieron y pensó que finalmente regresaría a la capital imperial.