Dunkelheit

El despertar de la Oscuridad

Por que las musas despertaron con ganas de escribir algunos detalles, aquí un capítulo suelto de este oneshot que quizás si se convierta en un longfic.

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Si alguien le hubiera dicho a Molly Weasley que participaría en un rito de sangre ya en su edad madura y que gracias a eso, su tía Muriel la había reinsertado a la familia Prewett, le diría que las pociones Pimentónicas y experimentales no eran la solución, pero aquí estaba ella, temblando como una hoja al viento y con un té en sus manos, mientras su tía le mostraba el grimorio familiar.

Si Albus Dumbledore viera ahora su casa, Molly no dudaba que los aurores ya estarían rodeando la propiedad y prendiéndole fuego, y que nadie en el mundo mágico los ayudaría mientras se quemaban hasta convertirse en cenizas, borrarían el nombre de su familia, sus hijos e inclusos sus hermanos que habían muerto como héroes de guerra. No, si alguien descubría lo que habían hecho para salvar la vida de su hijo de otra madre, Harry Potter, no le cabía duda de que sería eliminada junto con los suyos.

Pero también estaba el hecho de que tendrían que eliminar a la familia Longbottom, ya que Augusta Longbottom acababa de participar en el ritual y con mucho gusto al parecer, a la familia Lovegood y por supuesto, a la nueva familia Granger, cuya única miembro con magia, había fundado su propia línea familiar en Gringotts hace un par de años a instancias de Harry.

4 familias de sangre pura (ya que Hermione al fundar su línea se consideraba una Sangrepura de primera generación) serían aniquiladas y dudaba que el Wizengamot quisiera que se supiera que perderían la sangre de 4 familias solo por un pequeño ritual de sangre prohibido.

Tampoco era que fuera el ritual más peligroso del mundo.

Lo que había hecho Molly Weasley y la inusual compañía de estas familias era integrar a Harry Potter a sus líneas de sangre. Un ritual que se había prohibido por considerarse oscuro. Sin embargo, como le había hecho notar Muriel, nunca se explicó por qué se consideraba oscuro y eso era el menor de los problemas.

Harry Potter, el símbolo de la luz, tenía una herencia de criatura muy oscura según las leyes del ministerio. Nadie sabía siquiera cuando se empezaron a considerar oscuros los Súcubos/Íncubos pero la ley alrededor de ellos era que debían ser exterminados junto con su descendencia. Se les consideraba altamente peligrosos por el efecto que causaban en magos, brujas, squibs, muggles e incluso animales y bestias.

Básicamente, un súcubo o íncubo harían quedar al mejor domador de bestias como un idiota. Las veelas no eran nada respecto a ellos. Un demonio sexual que básicamente convertía su objetivo en esclavo de sus deseos y el esclavo no querría nada más que complacer a su amo.

Harry Potter era uno y cuando tuvo su herencia luego de su cumpleaños número 16, Molly no supo qué hacer. No sabía a quién acudir y si no fuera por la novia semi-veela de su hijo mayor, Harry Potter habría muerto de inanición en pocos días más.

Ese día, el del cumpleaños de Harry, todo salió muy bien. El pastel era delicioso, los amigos de Harry vinieron, toda su familia pudo reunirse e incluso Charlie prometió quedarse en Inglaterra, ya que la muerte de Sirius Black en la batalla del Ministerio, puso la perspectiva al joven de que podría ser el último día que vería a su familia, y tanto como amaba a sus dragones, amaba a su familia.

Bill también regreso de Egipto e incluso, aunque Molly no terminaba de aceptar a Fleur, agradecía que la muchacha quisiera acercarse a ellos, asistiendo a sus celebraciones familiares. Percy a regañadientes, acepto regresar a la casa, luego de que pensó bien las cosas y su padre casi moría el año anterior.

Todos sus hijos estaban de regreso, su hijo de otra madre se quedaría el resto del verano en la Madriguera y la vida se veía mejor a pesar de la guerra.