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Habían pasado unas cuatro semanas, las cuales hacían un mes exactamente hoy, uno donde Jaemin y Jeno se hicieron novios, una pareja linda y maravillosa, envidiada por más de uno en la universidad. Aunque lo que les daba envidia era que alguien tan simple como Jeno logró tener a Jaemin, el premio mayor, el chico que todos querían. Pero de igual manera tenían sus cuantos fanáticos también, sí así podrían llamársele a todos esos chicos del primer semestre que anhelaban tener algo como la relación de Jeno y Jaemin.

Esa mañana Jeno llegó un poco tarde a su primera clase porque su madre no asistió ese día y tuvo que irse caminando, así que no le quedó más remedio que pasar la hora de filosofía en la cafetería completamente vacía de la universidad, perdió el tiempo jugando con su celular y luego retomó su lectura en el libro que había empezado ayer. Aunque a quien iba a engañar alegando que era cualquier libro, pues no, sino que se trataba de un manga. Sí, friki nos salió el niño.

─¡Jeno!─ Un gritó agudo lo saca de su pequeña burbuja de concentración, mirando a todos lados y se encuentra con su novio, con Jaemin, quien corre a hacía él con su mochila en manos y el cabello muy despeinado. ─Pensé que no habías venido, te envié un mensaje y no me respondiste.─ Dice Jaemin con un pucherito en sus rosados labios, sentándose en el regazo del menor. Las manos de Jeno se sitúan por inercia en la diminuta cintura de Jaemin.

─Lo siento amor, no me fijé, quizás deje el celular en silencio. Además salí muy tarde de casa hoy... Mmh muchos inconvenientes.

─Ay Jeno, me preocupé muchísimo, porfis no vuelvas a poner el celular en silencio. ¿Sipi?─ Jaemin masajeaba los hombros de su novio con delicadeza, tratando de quitarle algún estrés que tuviese.

─Está bien, lo prometo ángel.

Na pasa su pequeña lengua por sus labios dejándolos húmedos producto de la saliva. Jeno lo mira atento, así que no resiste un segundo más y estampa sus labios contra los ajenos, lo había extrañado tanto a pesar de haberlo visto ayer. Sus bocas se saborean con fervor, sus lenguas jugando entre sí. El beso era muy rudo y desesperado, tan sucio a simple vista.

El timbre sonó pero pasó a segundo plano, así que no se dieron cuenta cuando la cafetería empezó a llenarse de muchos estudiantes.

─Dejen de comer enfrente de los pobres... Y Dios, disimulen un poco.─ La voz de Renjun los hace separarse apresuradamente.

El primero en notar que son el centro de atención en el establecimiento de comida es Jeno, sus pómulos, cuello y orejas no tardaron en tornarse rojitas por la pena.

─Y tú celoso, Ren.─ Se burla Jaemin.

Renjun arruga su entrecejo y respingona nariz.

─¿Celoso? ¿Yo? No digas tonterías Jae. Sabes que no me molesta estar soltero, así la vida se vive mejor, porque ay no, no quiero estar atado a alguien.

Jaemin quiso hablar más pero fue interrumpido por un pequeño grupo de chicos. Unos que él conocía muy bien. Eran Jisung y sus amigos del equipo de fútbol. Estaba demás decir que no venían a molestarlo. Desde que formalizó su relación con Jeno muchos de sus anteriores revolcones empezaron a hacer comentarios fuera de lugar y crear rumores. De esos tan estúpidos y que mayormente provenían de gente sin cerebro, tales cómo; "Jaemin es una puta", "No puedo creer que dominaron a la zorra, genial". Sí, y muchos iguales a esos, ¿es que acaso sus pequeños cerebros no les daba para pensar unos nuevos? Oh, también cabría la posibilidad de que tuviesen muy poca masa encefálica en sus cerebros y por ello eran tantas las idioteces que decían o cómo actuaban. Uh, definitivamente eran tan patéticos, tanto que te causaban lastima la mayor parte del tiempo.

⇱ℕ𝕖𝕥𝕗𝕝𝕚𝕩 & ℂ𝕙𝕚𝕝𝕝⇲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora