Karen : Somos los malos ?

151 14 17
                                    

Perspectiva de los elfos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Perspectiva de los elfos

Los últimos rayos del sol poniente se reflejaban en los puntiagudos yelmos y las finamentes trabajadas armas de la patrulla de Yelmos Plateados. Las túnicas verdes y blancas de los guerreros Elfos parecían anaranjadas bajo aquella luz.

Los Elfos regresaban a través del paso hacia el bosque . Aillion odiaba esas montañas. El Espinazo Negro era una inacabable cordillera de picos irregulares, riscos abismales y acantilados rocosos y siniestros, un territorio ideal para las emboscadas que estaba cerca de la frontera con el mítico Valle del Dragón

Sin embargo su misión fue un éxito , habían logrado contactar con una familia de aventureros para ayudar a su pueblo y ahora solo quedaba llegar a casa

Aillion sabía que la patrulla no llegaría a Arnheim antes del anochecer, pero atravesar esas tierras de noche le apetecía aún menos que acampar para pasar la noche. Sin embargo, estaba decidido a atravesar el Paso circundante al valle del dragón antes de detenerse.

Detrás de Aillion cabalgaban veinte guerreros Elfos, todos montados en los corceles grises o moteados tan apreciados por los Elfos. Sus pensamientos y temores eran los mismos que los de su comandante.

A ninguno le gustaban los fríos picos, y todos deseaban regresar al bosque tan pronto como fuera posible.

Aunque eran buenos guerreros, en aquellas tierras acechaban peligros inimaginables que inspiraban sentimientos de desasosiego y temor incluso entre los Elfos más valientes.

Mientras la luz carmesí desaparecía a su alrededor, los jinetes observaban ansiosamente los riscos que dominaban el paso, esperando el ataque repentino de un grupo de Orcos, o de algún habitante monstruoso de las montañas aún más peligroso, furioso por que hubieran penetrado en su territorio.

Entre los riscos podían encontrarse muchas criaturas peligrosas, pero ninguna tan peligrosa e implacable como los guerreros vestidos de negro que con su aguda vista estaban observando en esos momentos a los Elfos.

Un gemido al final de la columna de jinetes hizo que los otros giraran sobre sus sillas. Totalmente anonadados, pudieron ver cómo el último Elfo de la línea se desplomaba sobre el cuello de su asustada montura con un virote de ballesta clavado en la espalda.

El proyectil había sido disparado con gran puntería, atravesando el corazón del Elfo. Estaba muerto.

El asustado caballo del Elfo salió corriendo por el paso, embistiendo a los otros animales. Mientras las monturas relinchaban y se encabritaban, algunos jinetes gritaron; otros giraron en redondo, primero en un sentido y después en otro, tratando inútilmente de localizar al francotirador.

Pero no hubo más virotes. En realidad no había ni rastro de los atacantes. Excepto por su compañero muerto, no había sucedido nada.

- Deberíamos perseguirles

Un Poco De Voluntad Puede Cambiar Todo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora