Donde la Liga de Villanos planea el secuestro del diamante en bruto de la Academia UA.
Pero esta el Alfa de Katsuki para impedir aquello, Aizawa Shouta.
✧ aibaku
aizawa top / bakugo bottom
✧ romance! soft!! dinámica a/b/o! fluff, ligero...
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ㅤㅤㅤㅤ Es acompañado hasta la cafetería para profesores. Habían dejado a todos en la sala mientras ellos se escabullían para poder realizar sus prácticas para tranquilizarse mutuamente; aunque el pequeño Omega revoltoso no lo admitiera, Aizawa Shouta sabía como tratarlo sin mucha dificultad y tal vez con sólo sus feromonas.
El hombre, al ser un Alpha mayor tiene más experiencia en controlar su aroma y su lobo internó, pero no su corazón.
─¿Por qué aquí?
─Están haciendo revisión en las habitaciones, no podemos ir a tu cuarto.
─Y todo por esa... ─aprieta sus puñitos ─. Esa loca de dos coletas estuvo manchando mi habitación con feromonas y demás, la mataré. Ahgg, esa rara... —hablaba refiriéndose a la villana.
─Tranquilo, Katsuki. Investigaremos qué es ese aroma que soltó no sólo en tu habitación, sino en algunos otros, como el de Midoriya, Todoroki y Kirishima también salieron perjudicados.
Katsuki arrugó el entrecejo mucho más si es que se podía, tratando de buscarle alguna explicación de porqué a sus compañeros también.
Pero dejó de buscar una respuesta cuando el brazo de su profesor Aizawa le acercó a él y las mariposas molestas en su estomago sirviendo como distracción.
─N-o quiero aquí, Aiza-...
Aizawa siseó, lo jaló hasta sentarlo en sus muslos. El trasero de Bakugo quedó sentado encima de las piernas de Shouta, quien después acomodó para que la mejilla y nariz del rubio ceniza quedará contra su cuello, justo en su glándula aromática, también en una cómoda posición de bebe.
Sabía que el lobo internó de Katsuki lo necesitaba, era muy caprichoso y le gustaba olerlo de cerca, aunque el Omega no lo admitiera en voz alta y muy pocas veces insistía con acciones, pero ahora quería tranquilizarlo, el Alfa podía distinguir perfectamente las feromonas de su Omega alteradas por lo sucedido hace varias horas.
Shouta con su gélida mirada oscura mirando un punto fijo del espacio en el que se encontraban, murmuro.
─Tranquilo, mi amor. Aquí estoy.
Katsuki apretó la mandíbula, externo a la determinación de su Alpha, llevo su mano a apretar la ropa de Aizawa, suspirando profundamente queriendo bajar el rosado de sus mejillas.
─Lo sé, apareciste en el momento oportuno, Alpha.
Después de minutos así, en el rostro del pelinegro aparece una sonrisa cuando siente que el Omega al fin desiste ante sus instintos y olfatea su glándula aromática, y sólo así puede rodearlo con sus brazos aunque el dolor en su hombro derecho le hace quejarse un poco.
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