⠀⠀in another life⠀⠀( rebornplay )

cloud atlas.

El reflejo de los créditos de la película se podía ver en los ojos de Reborn mientras se desplazaban por la pantalla de su computadora portátil.

Sentado, extendió una mano y detuvo la película que había estado en la pantalla.

—Entonces, ¿cómo estuvo ver la película por enésima vez? —había casi con un toque de sarcasmo en su voz.

Acostado al lado de Reborn, un pálido fantasmal Auron sonrió.

—... Bien ... —Auron retrocedió y hundió la cabeza en la almohada. Miró en dirección a Reborn. Auron tardó un momento en concentrarse en él.

Acercó su computadora, Reborn pasó el dedo por la alfombrilla del mouse. Miró hacia la esquina inferior derecha de la pantalla. 19 de enero, 6:40 pm.

Reborn hizo una mueca solemne y cerró la computadora. Se movió en su asiento y se sentó directamente contra la cabecera de la cama, luego miró a Auron.

Sus ojos cansados ​​estaban en Reborn. Él estaba sonriendo.

Forzando una sonrisa propia, Reborn inclinó la cabeza ligeramente.

—¿Por qué sonríes? —extendió una mano y tocó la frente de Raúl. Era frío al tacto, más frío que la mayoría. Reborn se apresuró a retirar su mano, pero lo logró discretamente.

Auron tardó un momento en responder, pero después de un tiempo, logró decir algunas palabras.

—... Gracias...

—No te preocupes por eso —una sonrisa tímida curvó los labios de Reborn— Sé que eres apegado a esa película —miró a Auron mientras decía esto, y desvió la mirada poco después. Algo le dijo que esas palabras no estaban destinadas a la película, pero Reborn rechazó ese pensamiento.

Giró su cuerpo para alcanzar la caja de Pockys que estaba en el mostrador. Lo abrió y sacó uno.

—¿Quieres uno?

Auron asintió y estiró un brazo tambaleante. Reborn lo colocó entre sus dedos, y Auron retiró su mano para sostener la galleta contra sí mismo. Se lo llevó a la nariz con cierta dificultad y aspiró el aroma a fresa, luego dejó caer el brazo. Lo tocó ligeramente, lo hizo girar temblorosamente entre sus dedos y lo estudió, pero nunca se lo comió.

Reborn volvió a colocar la caja en el mostrador y resopló suavemente.

—Parece que te has apegado más a ese palo Pocky que yo...

Auron levantó la vista, sorprendido, y volvió a mirar el bocadillo en sus manos. Tomó tiempo para que las palabras de Reborn lo alcanzaran, pero cuando finalmente lo hicieron, su rostro se iluminó cuando estalló en carcajadas.

Era el sonido más débil que Reborn había escuchado.

—Ah, finalmente dije algo gracioso —Reborn se rio entre dientes con Auron, cruzando los brazos en el proceso— Te dije que tenía mis momentos de vez en cuando.

La risa de Auron se calmó y cerró los ojos.

—Raramente...

—Dame un descanso —la risa de Reborn se había prolongado unos segundos más antes de que él también se calmara.

Permanecieron sin palabras en compañía del otro durante varios minutos antes de que Auron realmente hablara, su voz sonaba como nada más que un simple susurro.

—Reb..

Reborn lo miró.

—¿M-hm?

Auron tragó saliva y jugó con el Pocky en la mano.

—Pregúntame ... Por qué me gusta ... Cloud Atlas tanto.

Perplejo, Reborn dirigió toda su atención a Auron.

—Bueno, está bien ... Auron, ¿por qué te gusta tanto Cloud Atlas? —observó a Auron con atención, curioso por saber cuál sería su respuesta.

Mirando a Reborn con ojos ansiosos, como si le hubieran hecho la pregunta por su propia voluntad, Auron respondió con gusto.

—E ... Entonces tú ... Sabes en la película cuando ... ¿Los personajes mueren en una vida ...?—mantuvo sus cansados ​​ojos marrones sobre Reborn, esperando que él asintiera. Una vez que lo hizo, Auron continuó— B-bueno ... me ... me gusta cuando ... se encuentran de nuevo ... en otra vida.

La voz de Auron era suave, miserable, y no tenía fuerza. Pero mientras hablaba de su escena favorita, Reborn podía sentir una vibra poderosa proveniente de él ... Una que no estaba allí antes.

Una esperanza.

—Me hace ... Siento que tendré otra vida ... Una más allá de esta ... Una que es mejor ... Do ... Donde realmente pueda despertar ... y estar contigo ... —una sonrisa se dibujó en sus pálidos y delgados labios— Una donde ... Podemos ... Vivir ... vidas normales en lugar de ... vivir ... esta.

Reborn no pudo encontrar ninguna palabra para decir en ese momento. Miró a Raúl y solo pudo asentir con lo que sea que creía que estaba de acuerdo. Sintió como si todo el aire hubiera sido exprimido de su cuerpo por las palabras que Auron había dicho.

De todas las cosas que Auron encontró más entrañables de la película, Reborn nunca pensó que sería eso.

Con una sonrisa miserable, Reborn se frotó la palma con el pulgar.

—Sabes ... me gustaría eso. Mucho. —habló suavemente en dirección a Auron.

—A mí también... —los ojos de Auron nunca dejaron a Reborn. Lo miró fijamente y observó cada movimiento que hacía, hasta el punto de que eso había captado la atención de Reborn.

—¿Por qué me miras así? —sus ojos claros se encontraron con los oscuros.

Aunque la pregunta se hizo con claridad, Auron no emitió ningún sonido ni se movió. En cambio, continuó mirando en dirección a Reborn con ojos esperanzados.

Después de lo que se sintieron como los diez segundos más largos de su vida, un escalofrío repentino se apoderó de la columna de Reborn, haciendo que se le pusiera la piel de gallina. Contuvo el aliento y luego volvió a preguntar.

—Raúl... ¿Por qué me miras así? —le tomó cada fibra de su ser para evitar que su voz temblara.

Fue entonces cuando los ojos de Auron parpadearon al darse cuenta, y lenta pero seguramente movió los labios para responder.

—Solo ... porque ... —respondió en lo que casi sonó como un tono sorprendido— No ... quería que te fueras. A veces, cuando ... parpadeo ... ya no estás allí ... —Auron se frotó uno de sus ojos, luego el otro, y dejó caer su mano a su costado.

Reborn trató de ocultar su ceño fruncido. Sus ojos miraban las manos de Auron. Eran delgadas y huesudas, y podía ver esas suaves venas azules que se curvaban sobre los huesos debajo de su carne.

Extendió una mano y tomó la mano de Auron entre las suyas.

La reacción automática de Auron al calor fue hacer que sus dedos se enredaran en las manos de Reborn. Lo miró y exhaló por la nariz en silencio.

Auron encontró su mirada, luego miró hacia abajo.

—No te preocupes. Todavía estoy aquí.

Raúl asintió débilmente contra su almohada.

—Todavía estoy... Aquí también... —su voz era más débil que antes.

Reborn asintió con él.

—Sí. Todavía estás aquí también...

Con la poca fuerza que le quedaba, Raúl sonrió radiante.

Reborn deseaba poder hacer lo mismo.