2. Omóplatos

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-Oye Sabiduría, ¿Esa que va ahí no es Amor?- preguntó el dios de las locuras al estar descansando cerca de los grandes ventanales del dios del saber, al ver como la diosa estaba corriendo a lo lejos en Los Caminos de Caminantes.

Sabiduría casi choca con la ventana en la que estaba Locura flojeando, ya que, desde hace un buen tiempo que Amor no salía de su casa y realmente era una buena señal verla por los alrededores, hasta que (te conocí...🎶) vio una sombra gigantesca y oscura persiguiendo a la pequeña diosa.

Tanto el sabio como el loco quedaron estáticos de la impresión, todavía no estaban acostumbrado de la presencia del Señor de la destrucción en su reino y no se querían imaginar cómo iba a tomarse la noticia Amor, en cuanto fuera informanda de ello... Oh bueno, tampoco creo que ya sea necesario informarle.

Por otro lado la diosa seguía caminando con mucha prisa, tratando de encontrar la casa de su mejor amigo, la cual se hallaba en el sentido contrario.

En cuanto a Nim, se encontraba algo absorto de cómo ese vestido dejaba bien delineados los omóplatos de Amor mientras corría... Nah, ni creas, estaba muy cabreado y preocupado, como para fijarse en la figura de Amor mientras la perseguía.

Este absurdo corre y pilla se detuvo en el momento en que Nim se hizo humo y apareció frente a la diosa con los brazos extendidos hacia los lados con tal de frenar a Amor.

-Niña, se que tienes miedo, pero necesito que te calmes y respires lentamente- pidió el dios de la destrucción con un tono suave mientras hacía la misma acción de respirar con pausa- Mira, no voy a hacerte daño y no quiero asustarte más, si te parece, sentemonos en el suelo y hablemos de...

Amor En JunioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora