Nardo y Peonía [Todobaku]

Capítulo 15: Final

—Lo que sufrió es el resultado del constante rechazo hacia su destinado—a través del celular escucha unos papeles siendo movidos—Su cuerpo se deteriora y empieza a presentar cambios severos como el que me comentó. Su salud mental y emocional se encuentran en la misma situación. En palabras simples; está perdiendo estabilidad tanto usted como su lobo.

Shouto, escucha atento y no se siente tan intranquilo. La noticia debería afectarle, pero no lo hace realmente. No como debería.

—Si quiere un consejo; lo mejor será que su lobo y el de su destinado se vean. Por un momento dejen que la parte instintiva sea quien controle sus cuerpos, sin embargo, a pesar de que este es el camino más viable, en su situación actual no es del todo segura porque podría dejarse llevar y perder la razón de manera indefinida.

'Perder la razón'.

A, Shouto, le parece que ha estado varado en medio de esa inconsciencia varias veces. Tantas veces que está seguro que en cada ocasión las sensaciones fueron diferentes solo que no se dio cuenta.

Escucha unas palabras más de la doctora y luego concluye la llamada.

Suspira. Está cansado de su situación actual y el saber que su salud está en declive solo le pone a pensar; ¿qué cambios más presentará? 

Se sienta en su escritorio pensando que tal vez pueda distraer su mente trabajando. Abre el último cajón en busca de unos papeles, pero lo que encuentra es una cajetilla de cigarros.

《Cuando lo pruebes entenderás el porque siempre ando con uno en el bolsillo》

Siempre consideró, hasta ese momento, que su hermano Touya no era nada más que un adicto y que la razón del porqué dejó una cajetilla de cigarros sobre su mesa fue porque lo había olvidado. No se había deshecho de los cigarrillos porque realmente, en ese entonces, estaba demasiado ocupado. Tan ocupado que no podía distraer su mente ni por un segundo.

Ahora considera las palabras de su hermano y la cajetilla de cigarros se ve tan tentador frente a sus ojos.

Lástima que su tentativa se vea interrumpida por el abrupto golpe de la puerta contra la pared.

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Katsuki, siente bastante asco apenas abre los ojos y su primera acción del día es vomitar. 

Su cabeza duele lo suficiente para que el tratar de recordar lo que hizo la noche anterior sea insufrible.

Busca su celular y al fijarse la hora nota que tiene bastantes llamadas perdidas y mensajes sin leer.

[Estoy bien]

Envía el mensaje a la persona que muy posiblemente sea lo más cercano que tiene a un familiar. Aunque no lo admitirá.

[¡Me alegra que estés bien, Kacchan! Estaba muy preocupado. Aunque los jóvenes del bar también... ¡Les daré la noticia!]

Katsuki, omite los emojis y no entiende del todo el mensaje. ¿Jóvenes? Él no recuerda haber conocido a nadie. En realidad no recuerda nada después de haber entrado a un bar de extraño nombre. Lo más seguro es que esos recuerdos, que hasta ese momento están vacíos, aparezcan en el transcurso del día.

Al costado de su celular hay una botella de agua y unas pastillas. Puede deducir quién las dejó y por qué. Supone que, Todoroki, lo vio llegar ebrio al departamento. Eso era lo más probable.

Estuvo bebiendo durante horas y horas. Buscando consuelo en el amargo licor como si eso solucionará sus problemas.

Ha amanecido y sus problemas siguen ahí. Tal como los dejó; sin solucionar y cada vez más complicados.