"𝙼𝚢 𝚑𝚎𝚊𝚛𝚝 𝚕𝚘𝚟𝚎𝚜 𝚒𝚗 𝚊 𝚠𝚒𝚕𝚍 𝚠𝚊𝚢"
Aunque Lucas siempre tuvo estragos en su vida, vivía feliz junto a su manada. Pero luego de la masacre de la misma, todo será diferente y tendrá que adaptarse a su nueva vida en Beacon Hills.
El...
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"𝐖𝐈𝐋𝐃" (𝐓𝐄𝐄𝐍 𝐖𝐎𝐋𝐅)
|| 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟎𝟏 ||
"𝙷𝚎𝚛𝚒𝚍𝚊 𝚊𝚋𝚒𝚎𝚛𝚝𝚊"
Lucas trastabillaba en cada paso que daba, ponía todas sus fuerzas en salir junto al chico de allí, veía borroso y sus heridas no sanaban. El chico rubio al que pudo sacar de la guarida de los alfas se había desmayado, y no le quedó otra opción que intentar cargarlo. Los ojos se le hacían cada vez más pesados. Intentó esconderse en un galpón viejo, pero antes de llegar cayó de rodillas, y el rubio cayó junto a él. Cerró sus ojos, respiró hondo y trató de ponerse de pie, pero su cuerpo estaba agotado.
El joven se quedó en el piso un momento, mientras pensaba en lo que había perdido. *Vamos, levántate. Tendría que haber muerto yo, no Diana. Ella se habría levantado.* Agachó su cabeza, recordándola. Una lágrima rodó por la mejilla lastimada. Estaba dispuesto a aceptar su destino, pero se puso alerta cuando escuchó unos pasos rápidos.
Una chica morena se acercaba a ambos chicos heridos. Lucas no pudo reconocer quien era. Le tomó del brazo, ayudándolo a ponerse de pie, agarró un pasacorrientes que traía junto a ella y lo apoyó en su pecho. Sintió como la corriente pasaba por todo su cuerpo y un fuerte dolor también. Los ojos se le iluminaron, agudizando todos sus sentidos.
No entendía nada de lo que estaba pasando. Sin embargó, parecía que ella quería ayudarlos.
Al mismo tiempo, la chica hacía todo con gran rapidez, puesto que sabía que los alfas no tardarían en aparecer.
Hizo lo mismo con el chico que se encontraba desmayado en el piso. El cuál soltó un quejido y abrió sus ojos mostrandolos de un color amarillo brillante.
"Ayúdame a cargarlo." Dispuso la morena, mirando hacía un Lucas, algo desconfiado. A pesar de eso, tomó al rubio de un lado, mientras que ella lo sostenía del otro lado.
Esté se quejaba un poco mientras caminaban, arrastrando sus pies. "Quédate conmigo, ya casi llegamos." Susurraba la morena.
"Mi cuello." Habló el rubio quejándose adolorido y tratando de tocarse el lugar lastimado.
"Por las garras." Dijo Lucas algo agitado.
"Así es como comparten los recuerdos." Informó la chica.
"Pero no recuerdo nada." Contestó el rubio.
"También es como los roban." La morena sabía bastante del tema. "Sin importar lo que pase, resistan, ¿entendido? Tienen que resistir."
Al llegar al final de la calle se encontraba un auto negro aparcado. La morena tomó las llaves y abrió el auto. Lucas metió, como pudo, al chico en los asientos de atrás y se sentó junto a él. Ambos se encontraban muy lastimados.
