sobreviví pensando en ti.

perdida.

- Lincoln, despierta.- susurro con cariño y amor una hermosa rubia.

- Leni...- bostezando.- buenos días.

- llegaremos tarde.- emocionada.

- aún es muy temprano, no creo que importe mucho si dormimos otros cinco minutos.

- no, el tren no me esperará y es importante que me vaya hoy.

- enserio tienes que irte?.- desanimado.- en verdad... No quiero que te vayas.

- mi amor, tengo que hacerlo.- tomo las mejillas del albino.- es muy importante para mí.

- pero... Incluso si no hay guerra, algún malnacido que quiera aprovecharse de ti o...

- vamos, no soy tan tonta.- le dio un tierno besos en los labios.- puedo cuidarme de cualquier persona. O será acaso que temes que me enamore de alguien más?

- b-bueno... No descarto eso.- avergonzado.

solo tengo ojos para ti.- juntaron sus frentes.- desde el primer día, recuerdas como empezamos?

- yo te dije lo que sentía cuando cumpliste dieciocho... Tenía trece años y tú...

- te dije que si.- interrumpio.- aún con cinco años de diferencia te dije que si. Eres el hombre de mis sueños y eso nunca cambiará.

- quédate, no vayas.- suplicaba.

- ya tuvimos está charla, tengo que ir, puedo ser útil en algo.

- eres útil aquí, sin ti yo no soy nadie.

- no digas eso, tu eres muchas cosas, mi amigo, mi hermano y mi amado.

- entonces... Déjame acompañarte.

- créeme que nada me haría más feliz, pero no puedes, no hay lugar donde puedas dormir y no creo poder ocultarte en mi equipaje.

- Leni...

- nos volveremos a ver, más pronto de lo que imaginas.- lo volvió a besar.

Los suaves labios de Leni y aquella imagen borrosa de su hermana junto a él, fueron desvaneciéndose poco a poco entre humo, pólvora y mugre.

- LOUD! DESPIERTA!.- un soldado lo abofeteo.- TENEMOS QUE SALIR RÁPIDO.

- yo no me voy...- respondió mareado gracias a una granada que había explotado cerca suyo. No recibió daño afortunadamente, pero estaba desorientado. Recargo su arma y se dispuso a seguir disparando, aunque sus sentidos lo traicionaran.

- NO DIGAS ESTUPIDECES!.- el soldado lo tomo del cuello y lo arrastró lejos del fuego enemigo.

- sueltame... Debo acabar con ellos.- deliraba.

- basta idiota, tenemos una misión.

- deben pagar, todos deben pagar.- perdió la conciencia.

Día D. 1944
Nombre: Lincoln m. Loud.
Edad: 22
Ubicación: Normandía.