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El rechinido del metal sobre la piedra y el silbido del metal en el aire  era lo único que se escuchaba en el sótano, afuera era casi inaudible para la mayoría de los que habitaban la casa Jeon, pero no para Jungkook el sonido se hizo irritante y lo hizo despertar, él se mantenía alerta después  de lo ocurrido con Jimin  ahora estaba mas pendiente de su salud.

últimamente había tenido ataques de pánico, la razón todavía era un misterio para él ; todo empezó una tarde hace algunos meses, Jimin recibió un obsequio anónimo, en la caja se encontraba una flor de loto, al verla su rostro palideció  y ahí empezaron los ataques de pánico.

Jimin ahora no duerme durante la noche, finge hacerlo para no preocupar a los demás, solo espera que Jungkook y los demás duerman y se levanta de manera sigilosa en total silencio, baja al sótano y desde el día que recibió la flor de loto ha empezado a entrenar en secreto, tarde o temprano tendrá que decirle a Jungkook lo que pasa solo espera que le de el tiempo suficiente para poder ver a sus bebés antes de que todo empeore.

Jungkook al notar que Jimin no estaba a su lado, se levantó y tomó su arma ; el extraño sonido se empezó hacer mas fuerte a medida que bajaba cada escalón, al pie de la escalera se detuvo para encontrar nuevamente el sonido, caminó hacia la cocina  y al acercarse mas, notó que el sonido provenía del  sótano, lentamente cargó su arma, le quito el seguro y abrió la puerta lentamente, el rechinido de la puerta puso en alerta a Jimin y sin mas apunto su katana hacia la persona que lo observaba; Jungkook dejo caer el arma sorprendido por encontrar a Jimin en el lugar con un arma tan difícil de manejar y que con un simple movimiento había logrado herirlo levemente,  el ardor en su cuello por el leve roce de la katana le robo el aliento por unos segundos.

Jungkook: soy  Jungkook  amor.- dijo mientras tragaba duro porque el no quitaba el arma de su cuello.

Jimin quito el arma lentamente, su expresión era sombría y sus movimientos silenciosos al acercarse a él.

Jimin: que haces despierto?

Jungkook: es lo mismo  que te pregunto a ti, que haces despierto y encerrado aquí? deberías estar descansando tu salud no mejorará sino obedeces a las indicaciones de SooBin, piensa en nuestros hijos!.- dijo molesto en susurros.

Jimin: es justo por ellos que estoy aquí y también por todos ustedes.- dijo nuevamente blandiendo su katana al aire.

Jungkook: dime que es lo que pasa?, por favor. - dijo viendo a Jimin dejar caer su katana, tras trastabillar por un mareo .- estas mal entiende que no puedes seguir así, dime lo que pasa no estas solo.-dijo tomándolo entre sus brazos mientras él luchaba por no perder la conciencia.

Jimin: esto es cosa de la triada y si te involucras no podre protegerte.-susurro recostándose en su pecho.

Jungkook lo sacó del sótano y lo llevó a la habitación, estando ahí lo dejó en la cama mientras él empezaba a retorcerse en ella al sufrir de un nuevo ataque de pánico, la agonía en busca de aire lo dejaba debilitado y mareado.

Jungkook: trata de respirar despacio, pronto pasara, todo estará bien.-dijo viendo sus lagrimas caer entre jadeos por la falta de oxigeno por un ataque de pánico, cuando paso la crisis lo abrazo mientras acariciaba su crecido vientre de ocho meses.- por favor cuéntame que es lo que te pasa?

Jimin: la flor de loto de hace unos meses.-dijo con debilidad .-  es el mensaje que mi triada dejaba a los traidores.

Jungkook: traidores?

Jimin: si, todo el que reciba la flor de loto esta condenado a muerte, junto con toda su familia.-dijo mientras su labio inferior empezaba a temblar.- de la triada solo hay dos formas de salir, una es muerto y la otra retando al líder en duelo; el vencedor tomará el mando y con ella también pueden surgir nuevos desafíos.

los demás integrantes de la triada, están en su derecho de reclamar el titulo de líder sino están conformes con el resultado del enfrentamiento del reciente líder.

Jungkook: pero debe haber alguna otra forma de salir de todo esto.

Jimin: de toda la triada solo quedamos cuatro incluyéndome, todos ellos son mis hermanos menores y han dedicado toda su vida a la triada, lo que significa que su entrenamiento ha sido constante, en cambio yo...y..yo no se si tenga oportunidad siquiera de vencer a uno de ellos.

Jungkook: yo puedo ayudarte con esto.

Jimin: cariño agradezco que quieras ayudarme, pero siendo tan lento en mis movimientos te hice un corte en el cuello como advertencia, crees que podrás con alguno de ellos?;  no mi amor morirías antes de siquiera dar un paso al frente, es por eso que te pido que te mantengas al margen.

Jungkook: pero entre todos podemos ayudarte.-dijo con los ojos acuosos.

Jimin: esto es problema de la triada y te pido no intervenir cuida muy bien de nuestros hijos y si todo sale bien para mi, puede que  regrese vivo, solo espero que ellos dejen siquiera que pueda ver a estos angelitos.-dijo rompiendo en llanto tocando su vientre.

Jimin percibió una presencia ajena en la habitación y segundos después un Shuriken se clavo en el respaldo de la cama.

Jimin: quien eres?! 

Satori: ya me olvidaste  onii chan .-dijo saliendo de las sombras de una de las esquinas de la habitación.

Jimin: Satori?!

Satori: hola hermanito, tanto tiempo sin verte desde que nos abandonaste como el maldito cobarde que eres; solo eres una carga para los Jeon.

Jungkook: eso no es cierto!.-dijo queriendo confrontarlo.

Jimin: Jungkook!.-grito deteniéndolo.

Satori: hazle caso a mi hermano cuñadito, puedes perder la cabeza.-dijo sacando la katana de su saya.

Jimin: hermano por favor.-dijo viéndolo con terror.


Amor y crimen [KOOKMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora