The Princess Mo.

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Hace cuatro años He Tian había estado observando a muchachas acercarse a él para que las desposara a temprana edad, aunque las provocaciones de cada una era solo acercamientos que lo incomodaban o sacaban de quicio, no podía marcharse del lugar al...

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Hace cuatro años He Tian había estado observando a muchachas acercarse a él para que las desposara a temprana edad, aunque las provocaciones de cada una era solo acercamientos que lo incomodaban o sacaban de quicio, no podía marcharse del lugar al ser el anfitrión de aquel evento, su padre había hecho de las suyas y le había puesto en modo trofeo como si el quisiera casarse a tan solo sus catorce años. ¡Reino mío! ¡Si solo era un crio! Estaba tan molesto que su mirada aburrida y desinteresada no era para nada discreta, y aunque algunas personas de casi la misma clase que ellos murmuraban sobre su descontento, lo único que le preocupaba era que realmente lo comprometieran con una de las tantas desconocidas feas y resbalosas que se le ponía encima. Memorizó que aquella vez le estuvieron animando tanto sirvientes como su familia a bailar, propuestas que claramente rechazaba dando a entender que así estaba bien y no pensaba levantarse del lugar en donde se encontraba tomando asiento llamando la atención con aquella vibra tan varonil y perfecta que lo rodeaba, sin duda alguna enamoraba a las doncellas.

Menos a una, eso pensaba Tian cuando sus ojos tan vacíos se iluminaron repentinamente tras encontrarse en su campo de vista la hermosa figura de una chica pelirroja. Nunca la había visto.
Era tan delgada que podían notarse una que otra curva, su piel era tan clara que se pregunto por un instante de forma atrevida el como se vería aquel lienzo pintado por sus propios dientes. Los cabellos rebeldes pero acomodados de forma estratégica hacía que su mente se enredara en aquellos detalles, admirando los brillos en aquel cabello como si lo que estuviera mirando no fuera real. Y esos ojos tan claros y cálidos le enamoraron, eran de color miel, no uno tan destacado pero era pálidos y eso lo flechaban más que suficiente como para que se levantará enseguida, tomando la mirada de su padre y hermano que le miraron sorprendidos al ver al menor de los He caminar hacía una de las mesas largas de bocadillos, mucho menos se esperaban que hablará con aquella muchacha que se veía tranquila, probablemente era lo que había atrapado al pelinegro de Tian.

Sabían que los gustos de He Tian eran un tanto diferentes.

— ¿Cuál es tu nombre? —La cero cortesía con lo que le dijo aquello la hizo sobresaltar, el mayor había salido de quien sabe donde y casi hace que aquella linda princesa se atragantará con el bocadillo que masticaba hace segundos para que desvaneciera en su boca, en aquellos lindos labios.

— ¿Disculpa? —Preguntó elevando una ceja, sin ninguna reverencia ante aquel príncipe, logrando asombrar al pelinegro.

— Dije, ¿Cuál es tu nombre? —Volvió a preguntar, pensando en que probablemente la chica no le había escuchado bien anteriormente. Sus ojos estaban animados y dirigiéndose a aquella figura de en sueño, mientras sonreía en grande.

Pero solo fue ignorado.

La cabeza que poseía aquellos ojos encantados se dirigió a otro lugar, ignorando por completo su presencia y existencia, como si no estuviera ahí.
Eso le había deprimido, era la primera vez que le rechazaban y la primera vez que el daba el primer acercamiento.

El Amor De He Tian. | TianShan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora