Time Lapse [Moonsun]

Realidad Repugnante

— ¿Línea de tiempo?

Aunque la voz de Yongsun era ronca debido a que lloraba sin parar, Byul aún podía distinguir sus palabras.

— ¿Estoy despierta? — la morena se ríe. Ella se ríe de nuevo. Y de nuevo, como si realmente estuviera perdiendo la cabeza.

Byul podía entenderla. Ella viajó a la dimensión equivocada, después de todo. Esta Kim Yongsun, la que salva a las otras Byul en diferentes universos, no debería saber acerca de esta persona frente a ella: la que salva a las diferentes Yongsun en otras dimensiones.

La mujer pelinaranja se sienta al lado de Yong, dándole unos centímetros de privacidad mientras la mira con preocupación.

— Yongsun, sé que puede parecer absurdo... — fue interrumpida por otro ataque de risa desquiciada.

— ¡¿Absurdo?! ¡Como si volver a casa contigo por primera vez no fuera ya absurdo! — Yongsun se ríe de nuevo, se escucha un dejo de tristeza. — Y luego me despierto con la noticia de que estás muriendo, ¡claro! ¡Todo era normal hasta que el tren me teletransportó de regreso al presente y te vi irrumpir en mi casa, quien pensé que solo existía en un futuro lejano!

Byul había pasado más tiempo con ella que Yongsun con las otras Byul, por lo que nota su uso del sarcasmo. Cuando se pone furiosa, ignora toda razón y responde a todo con impulso.

— Lo siento, pero solo escúchame, por favor — suplica Byul en voz baja.

Yongsun se relaja con el tono que usó. Era como si fuera una serpiente encantada. Cuando los dos discutían, Byul siempre era la que calmaba a su novia. Ella no sabía que estaba siendo condicionada, solo se relajaba y se mostraba vulnerable cuando sabía que la menor estaba a su lado.

Odia lo indefensa que está frente a ella.

— En primer lugar, por línea de tiempo ¿quieres decir que estamos en el mismo mundo? — pregunta Byul. La joven la mira confundida.

— Obviamente — dice Yongsun en un tono de 'duh'. — Estamos en la Tierra, ¿no?

— Sunnie, no estás viajando al futuro o al pasado. Estamos viajando por el multiverso — explicó Byul.

— ¿Multiverso?

— Tú y yo somos de diferentes dimensiones. No existo en este universo como tú en el mío. Primero pensé que también estaba en algún tipo de episodio de Doctor Who.

— ¿Así que eres igual que yo?

— Sí. Al igual que tú, todavía no tengo idea de por qué nos eligieron para salvarnos en primer lugar. No vivimos exactamente en la misma dimensión, para empezar. Pero tengo la teoría de que todo empezó cuando morimos por primera vez el 20 de diciembre. Cómo llegamos a viajar entre mundos a través de un tren, no tengo respuesta para eso — exhala Byul; baja la mirada hacia sus manos y Yongsun las sostiene.

— Estamos aquí ahora, ¿no? — sus ojos se suavizan cuando hace contacto con los de Byul.

La mujer más joven la abraza. La fragancia afrutada y lavanda de Byul saluda la nariz de Yongsun.

Estaba en casa.

[...]

— Dijiste que no estabas destinada a estar aquí. ¿Qué quieres decir con eso? — pregunta Yongsun, que estaba acostada en su cama doble con Byul.

— ¿No leíste la nota que te dejé antes? — Byul coloca el cabello de Yongsun detrás de su oreja, revelando sus dulces ojos.

— ¿Se trata de abusar de algo?

— Mhm — ella asiente. — Puede ser un medio de viaje en el tiempo al estilo Volver al futuro que nos ayude a viajar a través de los mundos, pero eventualmente se desgastará.

— ¿Te quedarás conmigo? — Yongsun finalmente hace la pregunta.

A decir verdad, no estaba escuchando a Byul en absoluto; ella solo quería escuchar su voz como si fuera un dulce que no puede dejar de consumir. Deja que las palabras escapen de su boca con facilidad.

Byul suspira.

— No pertenezco a esta dimensión y no he intentado quedarme por más de un año, así que tu conjetura es tan buena como la mía con las consecuencias que podemos enfrentar.

Había una mirada abatida en la expresión de Yongsun. La mujer pelinaranja odia verla, especialmente cuando fue ella quien lo provocó.

Byul no se dio cuenta de que se estaba inclinando hasta que sus labios se presionaron uno contra el otro. Los labios de Yongsun eran suaves y dulces, Byul no podía tener suficiente. Este no fue el primer beso que compartieron, no, y sin embargo se siente como si lo fuera. Se sintió más honesto y gentil como si fuera el primero; puramente inocente y libre de lujuria, como el amor genuino.

Se separaron vacilantes y abrieron los ojos para recuperar el aliento. Se miraron el alma de la otra, agradeciendo en silencio al destino por haberlas unido. La pareja saborea el momento, no dicen ninguna palabra.

— Por supuesto que me quedaré contigo, cariño — susurra Byul, quien estaba a centímetros del rostro de la morena.

Yongsun no dudó en inclinarse nuevamente.