Time Lapse [Moonsun]

Canto De Cisne

— Esta es la primera vez que celebramos un nuevo año juntas — dice Yongsun, tirando el papel de regalo con el tema navideño en el piso al contenedor de reciclaje en la esquina de la habitación.

Como prometió, Byul se había quedado con ella. Aunque la palabra "para siempre"es relativa, ambas pasan sus días juntas como si fuera el último. Todo lo que podían hacer era esperar que ninguna de ellas desapareciera repentinamente.

— Esta es la quinta vez que dices eso hoy — Byul se sienta en el suelo junto a Yongsun y le entrega una taza de chocolate caliente.

— Solo estoy agradecida, ¿de acuerdo? — toma un sorbo de la taza y suspira contenta.

— Yo también estoy agradecida — Byul se inclina y presiona sus labios contra los de la morena.

— Sabes a chocolate — comenta la mujer mayor después de un breve momento de contacto visual.

— Tú sabes mejor que el chocolate — la expresión de Byul cambió en un santiamén.

Sus ojos brillan bajo la luz de la luna, muestra anhelo y lujuria. Yongsun estaba segura de ello. Byul la vuelve a besar pero con pasión, casi como si le rogara que no la soltara. Se sintió más triste a medida que el beso se profundiza, Byul oculta su comportamiento arrepentido en la habitación oscura.

Se escuchó un silbido a lo lejos seguido de un fuerte estruendo en el cielo. La pareja sorprendida se separó de su beso. Hubo chispas de colores vivos que estallaron en la noche oscura, cubriendo su ciudad. Yongsun se quedó asombrada, con la mandíbula colgando de admiración. Byul se enfoca en una luz diferente: la mujer a su lado.

Yongsun siente un par de ojos sobre ella, le da una sonrisa feliz a Byul que no pudo devolver la acción. La más joven nota que algo andaba mal.

— Byulie, ¿estás bien?

La antes mencionada no tenía nada que decir. Estaba empezando a desvanecerse como una acuarela. La dimensión de Yongsun sirviendo como papel y su existencia como pintura. Su estabilidad cuántica decreciente es el agua que apaga su color.

Ella ya lo sabía. Mucho antes de que le hiciera la promesa a Yongsun. Había estado viajando entre dimensiones desde que podía recordar. Ella simplemente no podía obligarse a decirlo. Byul se estancó hasta que llegó a este momento: la pareja se quedó quieta mientras la otra mitad comienza a disiparse en el aire mientras chispas ardientes estallan en la distancia.

— ¿Byul? — la voz de Yongsun se quiebra; las lágrimas nublaron su visión como si ver el cuerpo de su amada novia desvanecerse no fuera suficiente. Llega a tocar su piel. Byul era como una luz que parpadeaba gradualmente.

Se siente más como un producto de su imaginación que como un humano real con el que pasó la mayor parte de su vida adulta. Yongsun lo odia. Se sentía completa con ella. Ella no quiere más de la vida que estar con Byul hasta el final de los tiempos. Y alguna fuerza aleatoria se lo lleva como un niño que perdió su globo.

— Prometiste que te quedarías conmigo — reclama mientras las lágrimas brotan de sus ojos.

— No prometí que para siempre — susurra Byul. Estaba avergonzada de su error y se odiaba a sí misma por ello.

— ¿Ahora me vas a dejar? — Yongsun gruñó.

— Te prometo que volveré contigo.

Yongsun se queda en silencio, sus sollozos eran el único sonido que llenaba la habitación.

Byul continúa:

— Te amo, Yongsun.

El llanto se detuvo cuando escuchó las tres palabras. Byul desaparece por completo en el aire antes de que Yongsun pudiera abrir la boca.